MARTES, 26 DE NOV

Una sucursal de Cremolatti anotaba a sus empleados al IFE y se los descontaba del sueldo 

El hecho ocurrió en una sucursal que la franquicia tiene en la ciudad de Córdoba, donde los trabajadores denunciaron que se los obligó a anotarse como beneficiarios del IFE, el cual se tomaría como parte de su sueldo.

Trabajadores de una sucursal que la franquicia Cremolatti tiene en la ciudad de Córdoba, denunciaron que los propietarios de la firma los obligaron a inscribirse como beneficiarios del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) para que esta ayuda económica de Nación sea un reemplazo del sueldo.

Los empleados de la heladería ubicada en Bv. San Juan al 511 de Córdoba capital, filtraron un chat del grupo de WhatsApp del negocio, en donde el dueño les pide “que se inscriban en el plan del Anses para ver si son o no beneficiarios” y advirtió que “ese monto formará parte de sus sueldos”.

Si bien esta situación se denunció en la sucursal cordobesa, no se desestimó que la medida se repita en otros comercios de la franquicia, ya que muchas de las heladerías son propiedad de Germán Rocca. En este caso particular, la apoderada legal del local donde se efectuó la denuncia es María Luz Gómez, quien es pareja de Emmanuel Rossi, socio de Rocca.

Según el chat que se filtró, es Rossi quien se dirige a los empleados. La conversación empieza con un mensaje alarmante en donde el empresario advierte que están haciendo “el esfuerzo por mantenerles a todos el trabajo” y les pide que sepan aceptar las medidas que se tomen.

A continuación, les explicó a los trabajadores: «En primer lugar, hagan la inscripción en lo del plan del Anses para ver si son o no beneficiarios, ya que ese monto formará parte de su sueldo». 

Con “plan del Anses”, el empresario se refiere al Ingreso Familiar de Emergencia, una ayuda económica de $10.000 que el Estado brinda a aquellos trabajadores informales, desempleados o monotributistas de las categorías más bajas. Sin embargo, ante este pedido trascendió que en esta sucursal de Cremolatti la mitad de los trabajadores no estaban inscriptos, con lo que podrían acceder al beneficio.

Además, la firma tomaría el bono de $10.000 como parte del sueldo de los trabajadores. Es decir, se desentendía del pago de sus salarios y los dejaba en manos del Estado.

Por otro lado, desde la empresa exigieron que los trabajadores tomen una captura de pantalla con la respuesta de Anses sobre si fueron habilitados para cobrar el IFE o no y les pidieron los datos personales para rastrearlos en los listados del organismo.

Acto seguido, Rossi anunció que era “probable” que las horas trabajadas en el mes de marzo se abonen “al 100% de su valor”, mientras que los días no trabajados se iban a pagar al “40 o 50%”.

Sobre el sueldo de abril, el dueño de la sucursal explicó: “Los días no trabajados se pagarán para quienes no sufran ser suspendidos al 40 o 50%”. En tanto, aclaró que los trabajadores suspendidos no cobrarán su sueldo.

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