SáBADO, 30 DE NOV

A dos años del crimen de Lola Chomnalez, piden ADN a cuatro nuevos sospechosos

En enero de 2015 la adolescente fue hallada asesinada en la zona de médanos, en la playa de Barra de Valizas, Uruguay. Aún no hay detenidos, sin embargo la familia no baja los brazos para que se llegue a la verdad.

Cuatro jóvenes pobladores del balneario uruguayo de Barra de Valizas fueron sometidos a estudios de ADN, para establecer si tienen relación con el crimen de la adolescente argentina Lola Chomnalez, asesinada allí hace dos años y por el que hasta hoy no hay detenidos.

Fuentes de la investigación dijeron hoy a Télam que se trata de cuatro sospechosos que ya habían surgido en el expediente cuando se produjo el homicidio, pero a los que no pudieron hacerle los análisis genéticos porque eran menores de edad y la ley del vecino país impide un estudio compulsivo.

Tras las tomas de las muestras, efectuadas hace algunos días, a uno de los jóvenes, actualmente mayor de 18 años, el estudio le dio negativo, pero faltan los resultados del resto.

Por su parte, Adriana Belmonte, madre de Lola (15), dijo que está «conforme» con la actuación de la fiscal Patricia Sosa, que se hizo cargo de la causa en abril último y que hizo lugar a todos los pedidos que efectuó junto a su marido, Diego Chomnalez.

«Nos consta que está avanzando en la investigación y estamos convencidos que se va a resolver, tal vez tarde un poco, pero se va a resolver», subrayó a Télam Belmonte.

En marzo, los padres de Lola habían pedido que se realizara una «auditorí­a» sobre la investigación, en busca de «una nueva ví­­a para llegar a la verdad», y se reunieron con el embajador argentino en Uruguay, Guillermo Montenegro, quien les ofreció colaboración para esclarecer el hecho.

La mujer pidió a su hija que «arroje luz sobre los que hicieron esto» porque de acuerdo a la hipótesis que tienen ella y su marido, «fue más de uno (el asesino) y hay gente que está encubriendo».

«Hay alguien que sabe algo y no lo dice, por eso le pido al pueblo de Valizas que si sabe algo o tienen idea, pueden presentarse al juzgado a declararlo o contactarse con nuestros abogados», afirmó la mamá de Lola.

Hoy la familia tenía previsto realizar una misa para recordar a Lola en Valizas, pero el padre de la joven estuvo internado en terapia intensiva por un pico de glucemia y el homenaje fue suspendido.

Lola viajó a Barra de Valizas el sábado 27 de diciembre de 2014 para alojarse en la casa de su madrina, Claudia Fernández, que se encontraba junto a su esposo, Hernán Tuzinkevcih, y el hijo de éste.

El domingo siguiente, la chica desapareció cuando salió a caminar por la playa y dos dí­as después fue encontrada asesinada a unos cuatro kilómetros de la casa, en una zona de médanos.

Mediante la autopsia se determinó que Lola murió por asfixia por sofocación y que presentaba varios cortes hechos con un arma blanca en distintas partes del cuerpo.

Durante la pesquisa, unas 30 personas, entre ellas la madrina de Lola y su esposo, quienes nunca más se contactaron con la familia Chomnalez -según Belmonte-, fueron detenidas como sospechosas y luego liberadas, al tiempo que se siguieron distintas pistas que posteriormente se descartaron.

También fue sometido a un estudio de ADN el hijastro de 14 años de la madrina de Lola, que estaba con ellos en Valizas, aunque ese estudio también dio negativo.

Uno de las cuestiones que no le cierra a la familia es todo lo relacionado al hallazgo de la mochila de Lola, encontrada en la playa el 14 de enero de 2015, es decir casi dos semanas después de que la hallaran asesinada.

En el interior de la mochila, junto con otras pertenencias, se halló un toallón playero que tení­a una mancha de sangre y desde entonces se comparó ese material genético con el de todos los detenidos que tuvo la causa, pero siempre dio negativo y por eso todos fueron liberados.

«Esa sangre, ¿es del asesino?. Es una pregunta que siempre nos hacemos y pensamos cuán veraz es esa mancha porque la mochila aparece muchos dí­as después, casi justo cuando la jueza asume en la causa. No sé si no fue plantada», enfatizó la madre de la ví­ctima.

Belmonte también dijo que le genera dudas la declaración del sospechoso apodado «Cachina» porque la modificó varias veces y finalmente terminó excarcelado.

«Primero dijo que le ofreció una estampita, después que la vio descompensada, después que habló con ella y como se asustó, se fue.¡Es una locura!», afirmó.

«Esto es como una tiniebla, estás a la búsqueda de la luz, pero el mientras tanto es muy desgastante», agregó.

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