SáBADO, 30 DE NOV

«Odontolocos», un grupo de estudiantes y docentes que luchan por dientes sanos

Este equipo perteneciente a la Universidad Nacional de Rosario realizará durante este mes un trabajo de promoción de la salud bucal y de profesionales con perfil "más humano y social" en el norte de la Argentina.

Solidaridad en Rosario: los «Odontolocos» van por más dientes sanos. Este equipo de estudiantes y docentes de la Universidad Nacional de Rosario realizará durante este mes un trabajo de promoción de la salud bucal en distintas comunidades del norte del país, una actividad que la Cátedra Odontología Social IV viene desarrollando desde 1998.

Este año, el curso denominado “Teoría y práctica del modelo odontológico preventivo y comunitario” tiene la particularidad de ser abierto a todos los alumnos de la carrera “porque pretende mejorar el perfil humano y social de los futuros profesionales desde el comienzo de su formación”, según explica el titular de la Cátedra, Eduardo Williams.

Ocontolocos1Los autodenominados “Odontolocos” es un grupo que está formado por cuarenta alumnos de quinto, cuarenta de los otros años y 25 profesores no sólo de odontología sino también de psicología, antropología, trabajo social, comunicación social, directores de teatro y maestras jardineras que participan como voluntarios. El grupo visitará cuatro escuelas rurales de Misiones, una de Entre Ríos y cuatro comunidades collas que están en la selva yunga de Salta, con el objetivo de educar en hábitos saludables.

“Tenemos que darles la información para que puedan prevenir las enfermedades, de lo contrario no estamos haciendo una odontología a conciencia porque sólo trabajamos sobre la patología”, explicó el profesor Williams, quien considera que además de un arreglo, una amalgama o una extracción que muchas veces surgen en las consultas, el odontólogo debe brindar las herramientas adecuadas para mejorar y mantener la salud en el tiempo.

A partir de este trabajo sostenido de alto compromiso social, la cátedra realizó una investigación que tomó como grupo de referencia a los chicos de 12 años de las comunidades coyas. De acuerdo a las fichas elaboradas en el año 2004, cuando estos niños tenían 4 años, alcanzaban un índice CPDCPO (cantidad de piezas dentarias cariadas, perdidas u obsturadas) de diez. Es decir que cada uno tenía diez dientes que habían pasado por algún período de enfermedad.

En los años sucesivos, durante el tránsito por su escolaridad, esa comunidad estuvo en contacto con el proyecto de la Facultad de Odontología de la UNR que posibilitó hacer un seguimiento. Teniendo en cuenta los registros del año 2012, se observa que ese mismo grupo sólo tenía afectadas cuatro piezas dentales, es decir que se bajó en un 60% el índice de caries. “Sabemos que no hubo ninguna otra intervención en salud bucal que la nuestra y los resultados a largo plazo están a la vista”, reconoce el odontólogo.

Desde el año 2004 viajaron en forma ininterrumpida tanto a Salta como a Entre Ríos y desde el 2010, a Misiones. En estas dos últimas provincias, el trabajo se realiza en escuelas de frontera construidas por la Asociación de Clubes Argentinos de Servicio que es la institución que facilita el transporte del equipo hasta el lugar. Allí, los “Odontolocos” son recibidos por las mismas escuelas o por el Consejo Comunitario.

El foco en la salud

En cuanto al alcance de este proyecto para los estudiantes de la carrera, Williams considera que este tipo de acciones les permite ver y comprender que los resultados no son inmediatos pero se dan, así como también los incentiva a escuchar las voces de la comunidad y trabajar sobre sus problemáticas en la medida de lo posible. “Participar de esta experiencia real en terreno sobre promoción de la salud bucal o estrategias de prevención para una mejor calidad de vida, incorpora en el estudiante la dimensión del contexto del paciente, no sólo de su patología”.

En ese sentido Williams afirmó que “el odontólogo no es sólo un sacamuelas, tiene que tener la capacidad de dar al paciente todas las herramientas y trabajar por su salud en conjunto”.

A lo largo de la carrera los estudiantes están acostumbrados a hacer una ficha denominada odontograma donde se registra la situación de salud bucal. Allí se marca con azul lo que está enfermo y con rojo lo que está arreglado. “Nosotros hacemos resaltar con verde lo que está sano y que siempre pasa inadvertido, porque de esa manera los alumnos empiezan a diagnosticar la salud y tienen que trabajar sobre ella”, afirmó Williams. Odontolcos3

Además comentó que en muchas instituciones el paciente se  transforma en la patología que porta, por ejemplo “la extracción dental” o “el diabético” y de esta manera pierde su identidad y su historia que son las que determinan el proceso salud-enfermedad que está viviendo. “Este proceso se relaciona con lo social, con lo geográfico, con lo económico y con la educación que fue recibiendo en el seno de su familia”, sostiene. “Una persona no puede adquirir buenos hábitos de higiene si en su casa no se practican porque nadie se los explicó  o hay quienes tienen incorporada una técnica de cepillado que no es la adecuada para controlar su problema”, agregó.

Si bien este curso es optativo, forma parte de la currícula de la Cátedra Odontología Social IV por lo que durante el cursado de la materia se contemplan experiencias similares en los Centros de Salud de la ciudad de Rosario y alrededores.

Fuente y fotos: gentileza www.unr.edu.ar

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