SáBADO, 30 DE NOV

Tensión en La Capital: la empresa identificó con escribanos a trabajadores que pidieron un aumento salarial

Los trabajadores de La Capital y LT8 reclamaron este jueves en el centro rosarino para pedir un aumento salarial, rechazar el despido de 50 empleados y solicitar que la empresa salde la deuda que tiene con la obra social. En medio de la protesta, los directivos del medio, mediante escribanos, identificaron a los manifestantes y amenazaron con sancionarlos, aunque luego dieron marcha atrás con esta ida.

 

Trabajadores del diario La Capital y LT8 se manifestaron durante la mañana de este jueves en la sede rosarina del Ministerio de Trabajo de la Nación (ubicada en Rioja y Sarmiento) para pedir un aumento de sueldo, rechazar el posible despido de 50 personas y exigir que la empresa salde la “deuda millonaria” que tiene con la obra social. El Sindicato de Prensa de Rosario (SPR) denunció que, mientras parte del personal protestaba pacíficamente, los directivos de la compañía entraron al medio junto a escribanos para identificar a los empleados que participaron del reclamo.

Los trabajadores primero concentraron en Sarmiento y Córdoba, en la sede del diario, y luego marcharon una cuadra y media hasta llegar a la oficina del Ministerio de Trabajo, donde las partes tuvieron un primer acercamiento. No obstante, cuando se supo que la empresa identificó a los empleados que estaban manifestando y que podría sancionarlos, el reclamo se trasladó nuevamente a las puertas de la redacción.

Fue el secretario general del SPR, Edgardo Carmona, quien salió del Ministerio de Trabajo, megáfono en mano, y se dirigió a los trabajadores: “Hemos tenido tiempo para esperar que cubran las necesidades básicas, no solo salariales, sino de prestación de salud. Mientras estamos manifestando pacíficamente, asegurando el producto, estos tipos en el diario La Capital fueron con un escribano a constatar qué compañeros vinieron a manifestarse. De acá nos vamos a la puerta del diario, hasta que estos tipos se decidan a negociar”.

Ya de vuelta en Sarmiento al 700, el propio Carmona entró al edificio de La Capital para negociar con los empresarios, quienes desistieron de sancionar a los trabajadores que se manifestaron. Por lo tanto, no habrá paro en el medio.

“En medio de nuestra pacífica manifestación en la puerta del Ministerio de Trabajo, la empresa nos amenazó con un escribano para tomar nota de quienes estuvieron en el Ministerio, pero retrocedió por el repudio generalizado y se comprometió a dejar sin efecto esta constatación la amenaza contra los trabajadores de La Capital y LT8”, aclararon los trabajadores en un comunicado, y adelantaron que este viernes volverán a reunirse en asamblea.

Un reclamo con tres ejes

La protesta de los trabajadores se compone de tres ejes: piden un aumento salarial –ya que se les ofrecieron $30.000 que nunca fueron pagados–, rechazan el posible despido de 50 empleados y solicitan que la empresa salde la “deuda millonaria” que mantiene con la obra social, ya que esta situación perjudica la atención médica de los afiliados y sus familias.

Cabe destacar que la reunión que los delegados del diario tuvieron este jueves con los empresarios pasó a un cuarto intermedio y se retomará el próximo lunes a partir de las 9. En tanto, esta tarde se prevé que el SPR vuelva a sentarse junto a los directivos de La Capital para avanzar en las negociaciones.

En diálogo con Conclusión, el delegado del SPR y trabajador de La Capital, Gustavo Conti, detalló: “La empresa no quieren pagar aumentos. Nosotros queremos que el sueldo de los trabajadores equipare a la inflación. No pedimos nada descabellado, pero nos encontramos ante la negativa empresarial y amenazas de despidos”.

Seguidamente, el trabajador precisó que la empresa no convocó a paritarias, sino que ofreció el pago de $30.000 adicionales. “Es apenas un adelanto de cifra fija muy chico que no alcanza en absoluto a equiparar la inflación. La cifra que dieron no alcanza para nada, por eso estamos peleando”, agregó.

“Espero que de acá al lunes se encuentre una solución tanto para el aumento salarial como para los posibles despidos y la enorme deuda que tiene la empresa con la obra social, que perjudica la atención de todas las familias de los trabajadores”, concluyó Conti.

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