VIERNES, 29 DE NOV

Lagarde, en línea con los bancos, rechaza el impuesto de Meloni a las ganancias extraordinarias en Italia

La titular del Banco Central Europeo señaló que la aplicación del gravamen no debe afectar “a la capacidad de las entidades de crédito individuales para construir bases de capital sólidas y tomar provisiones adecuadas para mayores amortizaciones”.

El Banco Central Europeo (BCE) que comanda Christine Lagarde le pidió este miércoles al Gobierno italiano que tenga «cautela» y le advirtió por las consecuencias de la aplicación del impuesto a las ganancias extraordinarias de los bancos anunciado hace un mes por la premier Giorgia Meloni rechazado por el sistema financiero.

«Hay que tener cautela para garantizar que el impuesto extraordinario no afecte a la capacidad de las entidades de crédito individuales para construir bases de capital sólidas y tomar provisiones adecuadas para mayores amortizaciones y un deterioro de la calidad crediticia», planteó la BCE en una carta de seis páginas dada a conocer este miércoles por los diarios Repubblica y La Stampa.

El mes pasado, Meloni anunció un impuesto de 40 % sobre los bancos para las instituciones que en 2023 hayan ganado más de 6 % con respecto a 2022 que fue duramente criticado por el sector financiero. La alícuota, que servirá para financiar el acceso a la vivienda para menores de 35 años, también se aplicará a los bancos que en 2022 hayan ganado más de 3 % respecto del año precedente.

En la carta publicada este miércoles, el BCE advierte a Roma que «limitar la capacidad de las entidades de crédito para mantener posiciones de capital adecuadas o constituir provisiones de forma prudente en el contexto de una posible disminución de la calidad crediticia podría poner en peligro la transmisión fluida de las medidas de política monetaria».

Hace un mes, y tras una fuerte reacción negativa de los bancos, que empujaron hacia abajo la cotización de la bolsa de Milán apenas conocido el impuesto, el Gobierno aclaró luego que el pago no superará el 0,1 % del patrimonio total de cada institución, lo que de todos modos daría una recaudación de unos 2.500 millones de euros.

A la hora de justificar el impuesto, la premier italiana hizo hincapié en la suba de tasas que los bancos cobran por sus préstamos pero que luego no reconocen a los ahorristas.

En la carta, el BCE advierte además a Italia que «el impuesto extraordinario puede encarecer a los bancos la captación de nuevo capital social», ya que los inversores «pueden tener menos interés en invertir» en los bancos italianos «que tienen perspectivas más inciertas».

 

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