SáBADO, 30 DE NOV

El gobernador de Florida desestima la demanda judicial de Disney originada este miércoles en su contra

El posible precandidato presidencial republicano, Ron DeSantis, dijo en Jerusalén que “están molestos porque tienen que vivir con las mismas reglas que todos los demás” y que “no quieren pagar los mismos impuestos que todos los demás”.

El gobernador de Florida y posible precandidato presidencial estadounidense Ron DeSantis, le restó importancia este jueves a la demanda de Disney en su contra y afirmó que ya era hora de que la compañía de entretenimiento dejara de gozar de un trato favorable.

Disney demandó este miércoles al republicano DeSantis luego de que una junta designada por él anulara unos acuerdos que le otorgaban a la empresa el control sobre la expansión de su parque de atracciones, ubicado en Orlando, en el sureño estado de Florida.

DeSantis y la compañía se enemistaron el año pasado cuando Disney criticó una Ley promovida por el republicano que prohíbe enseñar temas relacionados con la orientación sexual y la identidad de género en escuelas primarias de Florida.

«Están molestos porque tienen que vivir con las mismas reglas que todos los demás. No quieren pagar los mismos impuestos que todos los demás y quieren poder controlar las cosas sin la supervisión adecuada», dijo este jueves DeSantis durante una visita a Jerusalén.

«Se terminaron los días de poner a una empresa en un pedestal sin responsabilidad en el Estado de Florida», aseguró DeSantis a la cadena CNN.

Israel es la tercera escala de una gira internacional del gobernador que parece dirigida a preparar el terreno a una posible campaña electoral para conseguir la nominación del Partido Republicano, que lo enfrentaría en primarias con el ex presidente Donald Trump.

En un discurso desde el Museo de la Tolerancia de Jerusalén, DeSantis explicó su política sobre Medio Oriente y resaltó la importancia de la alianza entre Estados Unidos e Israel.

El gobernador conservador reivindicó la decisión de Trump de haber trasladado la embajada estadounidense desde Tel Aviv a Jerusalén, que fue rechazada por los palestinos y el mundo árabe y musulmán.

Además, reiteró su rechazo al acuerdo nuclear entre Irán y las principales potencias de 2015, que fue firmado por el Gobierno del ex presidente Barack Obama y denunciado de manera unilateral por el Gobierno de Trump, que siguió al de Obama.

También dijo que Estados Unidos no debe interferir en la política israelí, una crítica velada al presidente estadounidense, Joe Biden, quien recientemente criticó la reforma judicial encarada por el gobierno de ultraderecha del premier Benjamin Netanyahu.

Además de Israel, DeSantis visitó Japón y Corea del Sur y se dirige hacia el Reino Unido, último destino antes de regresar a Estados Unidos.

Disney dijo este miércoles que las decisiones de DeSantis atentaban contra sus derechos constitucionales y que no tenía otra opción más que demandar al gobernador para «proteger a sus empleados, visitantes y a sus socios locales».

La compañía dijo que era blanco de una campaña de «venganza gubernamental» por haber expresado una posición política opuesta a la de «ciertos funcionarios públicos».

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