Nace un nuevo mundo y en forma paralela se vive una etapa histórica “donde los valores tradicionales de las poderosas élites mundiales, como el Club Bilderberg, se tambalean.

A partir de esta introducción, la periodista, lingüista y economista rusa Liliya Khusainova se pregunta: ¿en qué aspectos ha experimentado el influyente Club Bilderberg una aplastante derrota? Para describir sus fracasos –dice- hay que centrarse, primeramente, en lo que quiso alcanzar ese Club y qué trataba de lograr en su última reunión en el verano pasado. Según una serie de expertos especializados en el Club Bilderberg, asistentes a las reuniones y analistas, entre los temas principales de la agenda figuraban las elecciones presidenciales de Estados Unidos y el referéndum del Brexit, que se aproximaba rápidamente.

Por decirlo de una manera sencilla –expresa luego-, aspiraban a ralentizar el avance de Donald Trump y a servir en bandeja la victoria a Hillary Clinton, a detener el Brexit y neutralizar revueltas políticas contra las élites en países como Austria, Hungría, Italia, Francia y en los propios EE.UU., destaca uno de los principales reporteros de investigación estadounidenses, William F. Jasper, en su artículo para The New American.

Pesos pesados

Aunque los acontecimientos cotidianos de la reunión del Bilderberg en Dresden (Alemania) eran completamente opacos, se puede utilizar la lista de los miembros del Club. Principalmente hay que centrarse en los pesos pesados que activamente alababan a Hillary Clinton, por ejemplo, su partidario acérrimo Henry Kissinger, ex secretario de Estado de EEUU, y Vernon Jordan, infiltrado de Wall Street de alto nivel, consejero y amigo cercano de Bill Clinton. Fue Jordan quien presentó al ex presidente a la élite del poder Bilderberg en 1991.

El ex presidente de Google y actual titular de su nueva empresa matriz, Alphabet Inc., Eric Schmidt, calificado por Forbes como la 100ª persona más rica del mundo, también estaba entre los asiduos a las reuniones de Bilderberg. Fue él quien destinó considerables sumas de dinero para la campaña presidencial de Hillary Clinton. Y se puede enumerar indefinidamente la lista de los asistentes que la apoyaban abiertamente, lo que significa que la balanza no estaba en el lado de Trump.

Irritación

Anteriormente, otro asistente regular de Bilderberg y editor asociado del Financial Times, Martin Wolf, recalcaba que el poderoso club estaba muy irritado por el estado actual de las cosas y, en particular, por los altos niveles de popularidad del multimillonario y ahora presidente electo, Donald Trump. En su artículo titulado ‘Los perdedores económicos están en rebelión contra las élites’, Wolf destaca que los «perdedores» económicos han rechazado a «las élites que dominan la vida económica y cultural de sus países» y que «las posibles consecuencias son aterradoras».

Las preocupaciones del selecto club pueden ser explicadas por varias razones. En primer lugar, Donald Trump está categóricamente en contra del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), mientras que el Club Bilderberg sueña con el acuerdo, que es parte de su amplio programa de un único sistema de gestión, un imperio globalista, destacan varios autores.

En segundo lugar, Trump irrita al Bilderberg por su postura hacia Rusia. Ya cundió el pánico en Occidente tras la distendida conversación telefónica entre Trump y el presidente de Rusia, Vladímir Putin.

En tercer lugar, Trump defiende los intereses de los estratos de la sociedad que antes pasaban desapercibidos para las autoridades de EE.UU. Esto significa que Donald Trump es una china considerable en el zapato de la ansiada política del Club Bilderberg para el caos económico global y la supremacía indiscutible de las megacorporaciones. Lo mismo se puede decir sobre el Brexit, que puso de manifiesto las divisiones sociales entre los ricos y los necesitados que tratan de cambiar el equilibrio y hacerse oír. Y parece que lo hacen con éxito, ya que el mundo está cambiando a pasos gigantescos y esto es solo el comienzo.