El próximo 23 de abril, los franceses elegirán al sucesor de François Hollande. Los cuatro candidatos que llegan mejor parados son Marine Le Pen, Jean-Luc Mélenchon, François Fillon y Emmanuel Macron. Mélenchon, un candidato de extrema izquierda que ha confesado su simpatía con el fallecido Hugo Chávez, despierta muchas inquietudes en los mercados. No descartan un escenario pesadillesco: una segunda vuelta entre la extrema izquierda y la extrema derecha.

Principales candidatos:

  • Desde la extrema derecha, la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen.
  • Desde la izquierda más radical, Jean-Luc Mélenchon, denominado por algunos como el «Chávez» francés (el diario Le Figaro comparó a ambos en una de sus portadas).
  • En el centro, por un lado el conservador François Fillon y por el otro, el ex ministro de Economía y candidato independiente, Emmanuel Macron.

Los últimos sondeos apuntan a un empate a cuatro y los analistas alertan del alto grado de indecisos, que se situaría en un 30%. Lo más probable es que ninguno de los 4 candidatos principales logre un triunfo en primera vuelta, escenario bajo el cual la segunda vuelta se celebraría el 7 de mayo. Según el diario español Cinco Días, el avance de Mélenchon ha avivado la inquietud en el mercado, que teme una segunda vuelta protagonizada por las posturas más radicales.

En los hechos, a menos de una semana de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, los dos candidatos que mejor ranquean en las encuestas son Le Pen y Macron, pero Mélenchon y Fillon les pisan los talones. Tres institutos de opinión (Ipsos, Ifop y BVA), sacaron en los últimos días sus sondeos. Macron y Le Pen lideran con entre un 22% y 23% de la intención de voto, mientras que Mélenchon y Fillon se sitúan en un 19% o 20%. Si tenemos en cuenta que hay un 30% de indecisos, sumado a que los cuatro aspirantes se encuentran dentro del margen de error de las encuestas, la incertidumbre aumenta.

Otro punto a destacar que mostraron las encuestas, es que se estima una participación electoral de en torno al 70%, cuando en las dos últimas elecciones presidenciales en Francia, la participación electoral en la primera vuelta fue del 83,77% y del 79,48% respectivamente. Una opción que plantea Luis Lorente del diario La Razón de España, es que más gente de la que dice que irá a votar, acabe por ir a votar.

Pero también es posible que la baja participación electoral proyectada se concrete el 23 de abril, señal del escepticismo que hay en Francia con respecto a los políticos. Recordemos que esta campaña electoral estuvo minada desde el principio por sendos escándalos judiciales. Según Jerôme Fourquet, director del Ifop (Instituto Francés de Opinión Pública), explicó al diario El Mundo, el porcentaje de los que se abstienen se divide entre una parte de la población alejada de la política, «especialmente jóvenes y clases populares», y otro grupo que se abstendrá también voluntariamente «para marcar su desaprobación del sistema».

«Todo indica que el alineamiento tradicional derecha-izquierda ha pasado a segundo plano y pesan más otros posicionamientos: el nacionalismo frente al globalismo; la eurofobia frente al europeísmo; el rechazo al inmigrante frente a la integración, y la pulsión ‘antiestablishment’ frente a la lealtad a los partidos tradicionalmente gobernantes», escribió Ignacio Varela en su blog en el diario El Confidencial.

Fuente: www.Urgente24.com