Víctor Schillaci, uno de los tres presos condenados por el triple crimen de General Rodríguez que se fugaron de la cárcel de General Alvear en diciembre último, pidió hoy «disculpas por las molestias ocasionadas» en Santa Fe durante su huida.

Schillaci (35) habló durante una audiencia que se realizó esta mañana en la cárcel de Ezeiza, donde el fiscal santafesino Estanislao Giavedoni lo imputó tanto a él como a los hermanos Christian (42) y Martín Lanatta (44) de los delitos cometidos en la provincia.

«Todo se desarrolló con normalidad. Los tres imputados se mostraron colaborativos con el desarrollo de la audiencia y no hubo ningún inconveniente», detalló Giavedoni.

Agregó que «como dato anecdótico, el imputado cuyas iniciales son VS pidió disculpas por las molestias causadas en la provincia de Santa Fe».

Giavedoni, el defensor oficial del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (SPPDP), Leandro Miró y otra abogada particular de los imputados efectuaron la audiencia en la cárcel por cuestiones de seguridad y para evitar el traslado de los presos a Santa Fe.

El fiscal imputó a los Lanatta y Schillaci de la «privación ilegítima de la libertad, robo calificado y tenencia de arma» en perjuicio del ingeniero agrónomo Juan Ignacio Reynoso, en cuyo departamento del centro de la capital provincial estuvieron ocultos entre el 7 y el 8 de enero para luego huir en su camioneta hacia la ruta provincial 1.

También los acusó de los mismos delitos en perjuicio del productor agropecuario Héctor Ferreira, a quien el 9 de enero abordaron en su casa de la localidad de Campo del Medio, departamento Garay, y le robaron una camioneta.

La tercera imputación dejó afuera a Martín Lanatta porque ya había sido atrapado cuando su hermano Christian y Schillaci se refugiaron en la arrocera Spaleti, en el kilómetro 64 de la ruta provincial 1 de la localidad de Cayastá.

Al llegar el encargado, los dos prófugos lo retuvieron hasta que personal de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) de la Policía provincial los recapturó, el 11 de enero.

Giavedoni también valoró el trato recibido por el personal del Servicio Penitenciario Federal y en relación al futuro de la investigación, indicó que «el próximo paso procesal es la presentación de la acusación, que es la instancia previa a la realización del juicio oral y público».

Para llegar a estas imputaciones, el fiscal informó que «se catalogaron todos los objetos secuestrados y se solicitaron los informes técnicos balísticos y registrales de las cinco armas que tenían en su poder los tres hombres».

También se entrevistó a las víctimas de los hechos y se les devolvieron los efectos de su propiedad que habían sido secuestrados.

El fiscal detalló que «se realizaron informes técnicos de los teléfonos celulares y de un dispositivo GPS del que se extrajeron los recorridos que los tres hombres hicieron desde el secuestro del ingeniero agrónomo hasta el momento de su aprehensión».

Los funcionarios judiciales santafesinos ya se habían trasladado a Ezeiza el mes pasado, en el marco de una causa que tramita el juez federal de esa provincia, Reinaldo Rodríguez, quien los procesó por «tentativa de homicidio» de efectivos de la Gendarmería y el robo de una camioneta, armas y chalecos antibalas pertenecientes a esa fuerza.

Estos hechos también ocurrieron luego de que los Lanatta y Schillaci se fugaron del penal de General Alvear el 27 de diciembre del año pasado y dí­as después en territorio de Santa Fe.

El fiscal Giavedoni valoró el trabajo realizado por su par de Azul, Cristian Citterio, que investiga la fuga, y por el juez federal porteño Sergio Torres, que intervino luego de que el Ministerio de Seguridad de la Nación denunció que una organización narco estaba detrás de la evasión.

Además, el fiscal de Brandsen, Mariano Sibuet, tiene a su cargo la causa por el ataque a tiros contra dos policías bonaerenses de Ranchos que resultaron gravemente heridos al intentar detener a los evadidos el 31 de diciembre.