La economía es tema de preocupación candente en Japón, por el contexto internacional que atraviesa desde algunos cambios en el orden mundial. El futuro no asoma de manera positiva para el país oriental, según algunos estudios.

Es que se está acentuando la precariedad laboral, el empleo vitalicio parece un lujo y la situación no resulta cómoda este año para un grupo de trabajadores. Por otro lado, la crisis se acentúa con la tecnología y la diversión animada.

Cada vez más los jóvenes se encierran en el mundo del animé y pierden conexión con el mundo exterior y, por ende, con el trabajo. A este tipo de personas se las llama “otakus” y, además de ser tímidos, son grandes consumidores de pornografía.