Venezuela y su petrolera PDVSA entraron en default parcial por retrasos en el pago de bonos por cientos de millones de dólares, según las agencias Standard & Poors y Fitch, lo que amenaza con desencadenar el incumplimiento de su abultada deuda externa.

S&P declaró el default «selectivo» de Venezuela por el impago de 200 millones de dólares de los bonos soberanos 2019 y 2024.

Mientras, Fitch colocó a PDVSA en «default restringido» por el retraso en sus títulos con vencimientos el 2 de noviembre y el 27 de octubre por 1.169 millones (capital e intereses) y 842 millones (capital), recibidos hasta con una semana de retraso.

La rebaja de las calificaciones ocurrió horas después de una reunión el lunes entre el gobierno y acreedores, a quienes no ofreció un plan concreto para renegociar la deuda soberana y de PDVSA, de unos 150.000 millones de dólares en total.

Aunque los acreedores salieron decepcionados de la cita, que duró 25 minutos, el gobierno la consideró un «rotundo éxito» para el refinanciamiento de la deuda.

El vicepresidente Tareck El Aissami, principal negociador, anunció la creación de mesas técnicas para «evaluar propuestas» en próximos encuentros -sin fecha-, y responsabilizó al gobierno de Donald Trump de provocar los problema de atraso por las sanciones financieras que impuso a Venezuela.

El presidente Nicolás Maduro anunció el 2 de noviembre que buscaría «refinanciar y reestructurar» la deuda, aduciendo una «persecución financiera» liderada por Washington. El domingo dijo que «el default nunca llegará a Venezuela».

«El anuncio de reestructuración generó más incertidumbre que certeza en los mercados y la reunión más preguntas que respuestas, así que Venezuela se acerca a un default formal a medida que se deciden técnicamente los retrasos de pagos», dijo el analista Diego-Moya Ocampos, del IHS Markit.

Según el gobierno, acudieron a la cita inversionistas locales y de América y Europa; pero otras fuentes dijeron que varios extranjeros no fueron pues Estados Unidos sancionó a El Aissami, prohibiendo a sus ciudadanos tratar con él. Tanto Fitch como S&P advirtieron que las sanciones dificultarán una negociación.