El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a la fiscal general de la República, su correligionaria Luisa Ortega Díaz, de liderar la oposición a su proyecto de asamblea constituyente y anunció que pedirá por escrito al papa Francisco que «ayude» al país, que atraviesa una larga y profunda crisis política y humanitaria.

«Yo celebro que la señora Luisa Ortega Díaz haya ido a reconocer la legitimidad absoluta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), muy bien, y se haya convertido en la líder de opinión de los sectores opositores a la asamblea nacional constituyente», dijo Maduro en un acto partidario en Caracas.

Maduro promueve la convocatoria a una asamblea constituyente «originaria», no para que reforme la carta magna vigente sino para que redacte una nueva.

La oposición política y parte del chavismo le critican que parte de los constituyentes serán elegidos en representación corporativa de ciertos sectores de actividad, y que la pertinencia del llamado a la asamblea no será sometida a referendo.

En los últimos dos meses, Ortega Díaz criticó al gobierno no solo por esa iniciativa sino también por fallos del TSJ que limitaron la inmunidad de los diputados y se arrogaron la facultad de legislar, y por la represión de las protestas callejeras opositoras que dejaron 67 muertos, según el recuento del Ministerio Público.

Por ese motivo, la jefa de los fiscales fue objeto de duras críticas por parte de Maduro y otros altos dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) gobernante, tales como los capitanes Diosdado Cabello y Pedro Carreño.

Por otra parte, Maduro dijo que le escribirá a Francisco pidiéndole que «ayude para que la oposición cese en su violencia».

«Le estaré enviando una carta al papa Francisco para que el Vaticano y el papa Francisco nos ayude y sirva de intermediario con la oposición venezolana para que dejen de usar niños para las manifestaciones violentas», expresó el mandatario.