La autopista Buenos Aires-La  Plata, a la altura del kilómetro 9, fue hoy escenario de incidentes a raíz del avance de efectivos de la Gendarmería para despejar el piquete de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón.

Poco antes de las 15:00 y luego de cuatro horas de corte al tránsito en ambas manos, los efectivos avanzaron con carros hidrantes, balas de goma y gases lacrimógenos para liberar la vía, mientras los piqueteros respondieron lanzando piedras y palos.

El bloqueo en reclamo de puestos de trabajo había paralizado desde las 11.00 la circulación a la altura de Dock Sud y generado grandes demoras en el tránsito, lo cual derivó en enfrentamientos entre los automovilistas y los manifestantes, que dejaron un saldo de varios vehículos dañados.

El corte, protagonizado por unas 200 personas, generó unos 8 kilómetros de cola, por lo que efectivos de la Gendarmería llegaron al lugar y despejaron la zona con carros hidrantes, gases lacrimógenos y balas de goma, mientras que los manifestantes resistieron durante algunos minutos arrojando piedras, palos y botellas.

Los manifestantes finalmente se fueron replegando, mientras llegaban efectivos de Infantería, que también utilizaron balas de goma para desalojar por completo la zona del Acceso Sudeste,  finalmente habilitada tras la intervención de personal de limpieza de la autopista.

En este contexto, uno de los conductores denunció que su vehículo fue atacado «a palazos y piedrazos» por los manifestantes, mientras que los piqueteros alegaron que fueron atropellados por los automovilistas.

Como consecuencia del caos de tránsito que provocó el corte, varios automovilistas que circulaban por la Autopista 25 de Mayo decidieron ir en contramano para evitar quedar atascados en el enlace con la vía que se dirige hacia la capital bonaerense.

Por su parte, la CTA Autónoma que lidera Pablo Micheli repudió «la represión que sufrieron trabajadores que se manifestaban por puestos de trabajo cortando la autopista La Plata-Buenos Aires y fueron violentamente reprimidos por la Gendarmería con balas de goma».

«Como es de público conocimiento, es creciente la desocupación, la precarización laboral y la pérdida del poder adquisitivo. La respuesta del Estado no puede ser la represión y la criminalización de la protesta social. Desde la CTA exigimos políticas públicas que atiendan las demandas populares y que se respete el derecho a la protesta», remarcó la central mediante un comunicado.