MIéRCOLES, 27 DE NOV

Hallan restos de un militante asesinado en la dictadura

Los restos de Jorge Ruffa fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense dentro de una fosa común en el cementerio La Piedad, donde se encontraron los restos de otras 200 personas.

 

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó en una fosa común del cementerio de La Piedad, en la ciudad de Rosario, los restos del militante puntano Jorge Luis Ruffa, secuestrado el 28 febrero de 1977, y asesinado el 17 de marzo del mismo año por la dictadura cívico militar.

Así lo informaron hoy en conferencia de prensa sus hermanos Raúl y Ricardo Ruffa, acompañados por miembros de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), familiares y amigos de víctimas de los crímenes cometidos en San Luis en aquella época.

En dependencias de la Universidad Nacional de San Luis, el abogado de la APDH, Norberto Forestí, enmarcó la noticia en un «sentimiento de dolor y emoción al que no podemos llamar alegría».

«Esta aparición -dijo el letrado- no es una concesión sino que se trató de arrancarle a quienes le quitaron la vida, el cómo, dónde, y por qué lo mataron».

Raúl Ruffa se refirió al proceso por el que debió transitar la familia una vez que les avisaron que Jorge Luis había desparecido de su domicilio, luego de un operativo militar en la calle 1º de Mayo al 3223 de la ciudad de Rosario e hizo una semblanza de su hermano, al que definió como «apasionado, extraordinariamente solidario y desapegado de lo material».

La noticia del descubrimiento de los restos les llegó el 27 de febrero de 2015, un día antes del aniversario de su secuestro y a 38 años de su asesinato.

El trabajo de los forenses no había sido sencillo, ya que se encaró hace más de 10 años, cuando los hermanos Ruffa dieron sangre para formar parte del banco de ADN de familiares de desaparecidos.

La fosa del cementerio donde encontraron «parte del cuerpo de Jorge Luis, era un enterramiento común, que contaba con 200 cadáveres aproximadamente, enterrados en 7 u 8 capas, según el momento de la muerte», explicó Raúl.

«Identificarlo no fue fácil porque luego del fusilamiento, su cuerpo fue calcinado en un auto. Los datos que los forenses armaron, con una paciencia de hormiga, tenían como antecedente el testimonio de la esposa de un detenido que fue dejada en libertad, y lo asentado en el cementerio, donde constaba que el cuerpo había sido enterrado el 17 de marzo de ese año», recordó.

Jorge Luis nació el 12 de febrero de 1943, tenía 34 años en el momento de su secuestro, era arquitecto y daba clases en la Universidad Tecnológica de Venado Tuerto; fue militante de la Juventud Peronista, integrando lo que luego se conoció como Tendencia Revolucionaria.

Por su asesinato fueron juzgados los represores Jorge Fariña y Juan Daniel Amelong, acusados de 21 casos de secuestros, 11 de ellos seguidos de torturas y por lo menos 10 homicidios, cuyas víctimas pasaron por el centro clandestino de detención La Calamita -en Granadero Baigorria-, que estaba bajo responsabilidad del primero de ellos como Jefe de Operaciones Especiales de Inteligencia del Ejército.

Fariña y Amelong fueron indagados por el juez federal Marcelo Bailaque y la fiscal Mabel Colalongo por el secuestro seguido de torturas y homicidio de Jorge Luis Ruffa y condenados a perpetua el 15 de abril de 2010.

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