SáBADO, 30 DE NOV

Estrés crónico: ¿Cómo recuperar energías para transitar la recta final del año?

El Síndrome de Burnout o "síndrome del quemado" es provocado por las largas jornadas de trabajo, el mal ambiente laboral y poco tiempo destinado a la vida personal.

El Síndrome de Burnout o «síndrome del quemado» es el estrés crónico provocado por las largas jornadas de trabajo, el mal ambiente laboral y poco tiempo destinado a la vida personal y es muy común cuando se ingresa en la recta final del año.

Las causas del agotamiento en el trabajo son múltiples y van desde la sobrecarga de trabajo, los horarios excesivos, la falta de apoyo social en el ámbito laboral o la constante desvalorización de nuestra tarea.

Si bien la mayoría de las personas parece estar acostumbradas en la vorágine diaria a estar expuestos a situaciones de estrés, la patología del «Burnout» aparece cuando esta exposición no cesa, causando trastornos emocionales como graves consecuencias físicas y psicológicas.

La psicoanalista Carla Liberatore, recomendada por la cobertura médica William Hope, explicó que «el Síndrome de Burnout se puede manifestar por medio de un amplio espectro de síntomas físicos y psicológicos, algunos de ellos podrían ser palpitaciones, taquicardia, cefaleas, puntadas en el pecho, alteraciones gastrointestinales, alergias, asma, contracturas musculares».

«También a través de trastornos alimenticios ya sea inapetencia, o por el contrario, la ingesta excesiva de alimentos, dificultades en el sueño, disminución del deseo sexual, hipertensión, enfermedades coronarias, fatiga, ansiedad, angustia», enumeró Liberatore, quien es coordinadora asistencial de Divan Line.

Además de estos síntomas, se suman una gran cantidad de indicadores del cansancio emocional intenso, como aquellas conductas que se manifiestan a través de consumos patológicos, los cuales abarcan desde el consumo de drogas hasta el tabaquismo, el alcoholismo y los trastornos alimenticios.

Asimismo, se puede observar en estos pacientes una disminución del umbral de tolerancia a situaciones estresantes generando como consecuencia una mayor sensibilidad al entorno.

«Se suele relacionar el Síndrome de Burnout con una ‘Depresión del Siglo XXI’ debido que en el plano de lo emocional, algunas de sus características como la baja autoestima, los trastornos de ansiedad, la desmotivación en general, la frustración, la irritabilidad o el  distanciamiento emocional son algunos de los rasgos que comparten ambas patologías, pero el punto de inflexión se encuentra en que el Burnout se encuentra vinculado a cuestiones laborales», detalló Liberatore.

Un problema sin fin

Esta enfermedad moderna se encuentra en crecimiento debido al bullicioso ritmo de vida del siglo XXI, por lo que la psicoanalista planteó, mediante una serie de tips, estrategias de evitación y afrontamiento para recuperar la confianza en uno mismo, la pasión por lo que se hace y la satisfacción de lo logrado:

– Comunicate: en tu ámbito laboral, establece una actitud asertiva, es decir, expresá tus inquietudes o tus emociones sin necesidad de discutir ni de someterte a la voluntad del resto.

Defender tus convicciones es tan fundamental como cumplir con las expectativas de tus empleadores.

– Caminá: airear el cuerpo y la mente es una forma de evitar que el fuego consuma tus ideas y tu espíritu. Ir y/o volver caminando del trabajo, o bajarte unas paradas antes del colectivo o del subte pueden ayudar a relajar el nivel de estrés y conectarte con lo cotidiano de la vida.

– Recuperá la inspiración: ¿por qué estás en tu actual empleo?, ¿cuáles son las motivaciones que te mantienen en él?, ¿qué cosas te brinda la empresa que posiblemente no encontrarás en otra?. Enfocarse en lo positivo de cada oportunidad no es negar que existen «contras», pero pueden llevarnos a tomar actitudes optimistas.

-Busca una actividad extra-laboral que te guste: practicar algún deporte, salir a tomar algo con amigos, leer un libro, son algunos de los escapes que podemos llevar a cabo para disminuir el estrés de la semana laboral.

– Aprendé a decir «NO»: cada actividad que aceptamos es otro compromiso a realizar. Si tu jornada laboral te permite realizar más actividades, aceptalas, pero si la cantidad de tareas excede a menudo tu jornada diaria se deberían replantear los objetivos.

– Trabajá en el relacionamiento: poder trabajar día a día en el relacionamiento y las relaciones interpersonales genera mejores vínculos con nuestros compañeros de trabajo.

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