Estados Unidos y Rusia se acusaron mutuamente el viernes de actividades agresivas en el mar Báltico, recriminaciones que se unen a la tensión creada por la construcción de una base estadounidense en Polonia.

El presidente Barack Obama denunció la postura militar «agresiva» de Rusia al recibir en la Casa Blanca a los dirigentes de los cinco países nórdicos.

«Estamos unidos para expresar nuestra preocupación sobre la postura militar agresiva de Rusia en la región Báltica» advirtió al recibir a los dirigentes de Suecia, Dinamarca, Finlandia, Noruega e Islandia.

Los incidentes se han multiplicado en el mar Báltico recientemente, donde aviones rusos se acercaron peligrosamente a navíos o aviones militares estadounidenses.

Obama pareció responder así directamente a su homólogo ruso Vladimir Putin, que horas antes había afirmado que su país tomaría medidas para enfrentarse a las «amenazas» que plantea el despliegue de elementos del escudo antimisiles estadounidense.

Putin subrayó de todas formas, durante una reunión con responsables del complejo militar e industrial ruso, que Moscú no se lanzará a una «nueva carrera armamentística».

Rusia anunció el 4 de mayo que creaba tres nuevas divisiones militares en el oeste y sur de Rusia para «contrarrestar el refuerzo de las fuerzas de la Otan».

Este intercambio de acusaciones entre los dirigentes de las dos principales potencias nucleares se produce además tras el inicio de las obras de la base estadounidense de Redzikowo, en el norte de Polonia, inauguradas por el subsecretario de Defensa estadounidense, Bob Work, y el ministro polaco de Defensa, Antoni Macierewicz.

La base de Redzikowo es similar a la de Deveselu en Rumanía, operacional desde el jueves.