La Federación Argentina de la Industria del Calzado y Afines (Faica) denunció que en 2016 se perdieron cuatro mil empleos, mientras que actualmente el 70 por ciento del personal en Córdoba y Santa Fe está suspendido.

El 61 por ciento de las empresas productoras de calzado se ubican en la provincia de Buenos Aires, sobre todo en el conurbano, mientras que en las provincias de Córdoba y Santa Fe se completan las fábricas.

Dentro del conurbano bonaerense, el Partido de La Matanza fue declarado la «Capital Nacional del Calzado» en 2006, por un acuerdo entre el Municipio y la Cámara de la Industria del Calzado, ya que en ese momento casi 400 empresas del sector se encontraban radicadas en este distrito.

En todo el municipio

Estas empresas se repartían entre las localidades del denominado primer cordón, esto es Ramos Mejía, San Justo, Lomas del Mirador y Tablada en su mayoría, aunque sus características productivas hacían que la red se extendiera en todo el municipio.

Una de estas características es que los trabajos de aparado y armado eran tercerizados y llevados adelante en talleres, que en su mayor parte eran familiares. Esta estructura daba origen a 4000 puestos de trabajo directo e indirecto.

El crecimiento de la industria del calzado local se había consolidado a partir de las restricciones a las importaciones y a la dinamización del mercado interno. Ese círculo virtuoso permitió la creación de empresas, el aumento de inversiones y, sobre todo, el aumento del empleo.

Hoy, se ha convertido en un laberinto, donde la apertura de importaciones, la caída de los ingresos reales de los trabajadores empleados y la disminución del empleo dejan de lado los sueños de una mejora en la calidad de vida de gran parte de los matanceros.