El mismo día en que se dieron a conocer los “documentos de los drones” sobre los drones en The Intercept, el ex piloto de drones de la Fuerza Aérea de EE.UU., Brandon Bryant, testificó ante la comisión del parlamento alemán (Bundestag) que investiga las actividades de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, y dijo que la base de la Fuerza Aérea estadounidense en Ramstein, Alemania, tenía un papel fundamental en el programa ilegal e inhumano de asesinato con drones.

Esto lo señala el sitio larouchepac.com, donde se explica que

Bryant renunció después de cinco años “porque ya no pudo soportar los asesinatos y lo que también le estaba sucediendo mentalmente a él”.

El renunciante informó que la operación de “recopilación de metadatos” de las comunicaciones, dirigida por la NSA y la agencia de inteligencia extranjera de Alemania, la BND, desde Ramstein, “es fundamental en las operaciones de los drones. Los operadores de los drones están en constante comunicación con el equipo en Ramstein, antes, durante y después de cualquier ataque con drones”.

Las implicancias del testimonio de Bryant para Alemania, sobre esta actividad que está ocurriendo en su territorio, fue destacada por los principales medios de comunicación, como el periódico Die Zeit y la agencia oficial Deutsche Welle, la cual ubica el testimonio del ex piloto dentro de su propio informe sobre las revelaciones de The Intercept.

Reconocimiento

Las revelaciones de Bryant, por lo cual recibió el reconocimiento del Premio Alemán por Denuncia por parte de la Federación de Científicos Alemanes y la sección alemana de las Asociaciones Internacionales de Abogados en Contra de las Armas Nucleares, han “renovado el debate sobre si Alemania viola su Constitución al alojar la base aérea en Ramstein”, según destaca Stars & Stripes.

Die Zeit enfatizó sobre el efecto de choque que creó el testimonio de Bryant en la sala de audiencias. Alemania se vio forzada a confrontar “el resultado mortal de proveerle metadatos a la NSA. Bryant, de 29 años, dice el periódico, estaba en uno de los extremos recibiendo todos los datos recopilados por el gobierno. El fue el que jaló el gatillo. Con Bryant, los miembros de la Comisión tuvieron que hacerle frente por primera vez a las consecuencias mortales de esta recopilación de información”.

El ex piloto de drones testificó que “Alemania era el aliado más cercano y más importante de Estados Unidos; y los aliados tienen el deber de protegerse unos a otros cuando se ven enfrentados a errores y toma de malas decisiones. La suya fue una invitación a Alemania para que dejara de ayudarle a Estados Unidos a matar”, escribió Die Zeit. Concluye su artículo citando el pesado comentario de Bryant a la comisión del Bundestag: “La historia de Alemania ilustra el camino que mi país está tomando ahora”.