Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump; y de México, Enrique Peña Nieto, mantuvieron hoy una conversación telefónica de una hora en medio de la crisis diplomática surgida por la decisión del jefe de la Casa Blanca de separar las fronteras de ambos países con un muro.

La noticia se conoció a través de fuentes diplomáticas estadounidenses citadas por las agencias internacionales y minutos después confirmada por la presidencia mexicana.

Los reportes iniciales no incluyeron comentarios sobre el tono, el contenido y los resultados de la conversación. Tampoco aclararon cuál de los dos presidentes gestionó la llamada.

Trump y Peña Nieto tenía previsto reunirse el próximo martes en Washington, pero la visita del mexicano fue cancelada por el anuncio del estadounidense de avanzar en la construcción del muro.

El nuevo jefe de la Casa Blanca insiste con que le hará pagar la obra a los mexicanos, una imposición que Peña Nieto considera “inaceptable”.

Al margen de la pared, Trump causó conmoción en las altas jerarquías de México al insistir con que quiere modificar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta o TLCAN, en español), firmado en 1994, en línea con su idea “American First” (Estados Unidos primero).

«Cualquier acuerdo que se proponga que lastime o vulnere el interés económico, social de México o que lastime la dignidad de la Nación, por supuesto será inaceptable», replicó recientemente el canciller mexicano, Luis Videgaray.

El 80 por ciento de las exportaciones mexicanas tienen como destino a Estados Unidos, un país ahora gobernado por quien aconseja públicamente a su pueblo a comprar productos estadounidenses y a su clase empresarial a dar trabajo a los estadounidenses.