Las huelgas continuaban en Francia este jueves, pero el temor a un caos en el tráfico aéreo durante la Eurocopa disminuía debido a que los controladores levantaron un preaviso de huelga.

El gobierno francés, confrontado a más de tres meses de protestas por una polémica reforma laboral, intentaba evitar un bloqueo completo del país cediendo a reivindicaciones en sectores estratégicos que se unieron a las protestas.

«Lo que el gobierno está intentando hacer (…) es resolver cada una de las situaciones», resumió la ministra del Trabajo, Myriam El Khomri.

El ejecutivo, que no logró evitar que se votara una huelga indefinida entre los trabajadores ferroviarios, tuvo más éxito entre los controlados aéreos.

A cambio de la renuncia a reducir el personal, los sindicatos que representan a los 4.000 controladores aéreos levantaron un preaviso de huelga de tres días a partir del viernes.

«No habrá perturbaciones este fin de semana», aseguró el secretario de Estado de Transporte, Alain Vidalies.

Un paro de trabajo de los controladores aéreos del sindicato CGT, contra la reforma laboral, tenía ligeras consecuencias el jueves en el tráfico aéreo, sobre todo en el aeropuerto de Orly, en el sur de París, en donde la aerolínea Air France tuvo que cancelar 10% de sus vuelos.

Pero a ocho días del inicio de la Eurocopa-2016 (10 junio-10 julio), que atraerá a Francia decenas de miles de fanáticos, la situación no está del todo resuelta.

El líder sindical Philippe Martinez, que dirige el pulso con el gobierno de François Hollande, dijo que no se busca «bloquear la Eurocopa», pero prometió para esta semana «la movilización más fuerte de los últimos tres meses».

La huelga de trenes, que cumplía su segundo día, tenía fuertes consecuencias el jueves en el tráfico ferroviario. Sólo circulaba entre el 30% y 40% de los trenes regionales y el 60% de los trenes de alta velocidad.