En el encierro inaugural de las fiestas, cuando cientos de personas se lanzaron junto a seis toros a recorrer las estrechas calles del centro de Pamplona hasta la plaza de toros, no hubo corneados, según la relación de heridos del gobierno regional de Navarra.

Pero un hombre de 56 años resultó herido de gravedad al caer en la carrera y fue ingresado en urgencias con «fractura del seno frontal izquierdo», indicó el servicio de urgencias del complejo hospitalario de Navarra.

Cuatro personas más se golpearon al caer en medio de la multitud. Un hombre de 66 años sufrió también una contusión craneal, pero menos grave. Los otros tres, hombres de entre 24 y 40 años, presentaron traumatismos leves y fueron dados de alta, según las autoridades navarras.

Los toros completaron el recorrido de 846,6 metros en 2 minutos y 28 segundos, y aunque las calles estaban húmedas y resbaladizas por la lluvia, fue un encierro «limpio» sin mayores incidentes, reseñó la prensa.

Durante las fiestas de San Fermín, en honor al santo patrón de Navarra (norte), cada mañana a las 08H00 locales, cientos de personas se lanzan junto a los toros en una carrera en la que los más temerarios corren cerca de las astas de los toros, intentando evitar ser corneados.

«En el encierro se puede morir», advierte la página de internet de las fiestas, que recuerda que al menos 16 personas han fallecido en estas carreras desde 1910, la última de ellas en 2009.

Los encierros y las corridas de toros generan el rechazo de los defensores de los animales, quienes suelen organizar protestas contra lo que consideran un «baño de sangre».

Pese a ello, miles de visitantes de todo el mundo son atraídos anualmente por las fiestas, que mezclan procesiones religiosas, fiestas toda la noche y las peligrosas corridas.

Pero las celebraciones se vieron ensombrecidas la misma primera noche de fiesta, cuando una joven denunció una agresión sexual cometida por varios hombres, indicó un portavoz de la policía municipal de Pamplona a la AFP.