Por Fabrizio Turturici
Luego de haber conquistado Río con su mellada dorada en los 100 metros planos de los Juegos Paralímpicos, Yanina Martínez fue abanderada de gloria y honor en la ciudad. Distinguida en el Concejo Municipal, Conclusión dialogó con su entrenador y amigo, Martín Arroyo.
“Para nosotros es un orgullo muy grande, estamos muy contentos. Son mimos para los atletas y ellos necesitan estos reconocimientos, es bueno saber que nos sentimos apoyados en este sentido y reconocidos, tanto en el deporte olímpico como paralímpico”, declaró el profe de Yanina.
Por otro lado, Arroyo señaló que “hay muchos atletas que hacen el mismo esfuerzo y que no llegan, pero solamente es cuestión de tiempo”. De la misma manera, dijo que numerosos son los que trabajan desde atrás, a pulmón; es un ejemplo de nosotros también. El esfuerzo merece reconocimiento”.
“Desde que volvimos, se ha sentido muchísimo el cariño de la gente. Nos sentimos muy acompañados por las redes, por los llamados y en la calle. Necesitábamos este momento bisagra para el mundo paralímpico, que los atletas rosarinos hayan sido parte de la historia del paralimpismo, esperemos que marque un cambio y que pronto podamos participar de las federaciones, los comités y demás”, agregó Arroyo.
En otro orden, Martín aclaró que “hace once años que la entreno a Yani, yo era estudiante de educación física y al tiempo me recibí. Ella era una nena que venía a jugar con el atletismo, hasta que la cosa se fue poniendo un poco seria. Se formó un gran vínculo de amistad también. Es una gran familia con la que compartimos todos los días juntos, salvo los domingos, que descansamos. Desde que volvimos de Río, no nos separamos”, añadió entre risas con su dirigida.
“El crecimiento deportivo de Yani se dio a pasos agigantados. La responsabilidad fue cada vez más grande, dejamos muchas cosas de lado para estar, hoy en día, al lado de Yani. Y ella deja muchas cosas por el deporte también. Sin duda que para nosotros es nuestra vida, lo que amamos, lo que apasionamos y le damos con todo para adelante. Dejamos cosas de lado, pero sin dudas que lo que logramos no tiene precio. El premio de Yani nos hizo sentir que valió la pena y que era cuestión de tiempo”, terminó Martín Arroyo, entrenador de la atleta de oro rosarina, Yanina Martínez.
