Dos de los seis detenidos ayer en Bélgica fueron acusados hoy de participar «en acción terrorista e intento de asesinato» por su presunta vinculación con el ataque a dos policías con un machete, en agosto pasado en la ciudad de Charleroi, al sur de Bruselas.

Se trata de Sabrina Z. y Farid L., de 36 y 37 años respectivamente, según informó la Fiscalía federal a través de un comunicado. El juez también decidió prorrogar 24 horas la detención de un tercer sospechoso y ordenó la puesta en libertad de los otros tres detenidos ayer durante las redadas en el área de Charleroi.

En los allanamientos se incautaron armas blancas, «varias de ellas» similares al machete utilizado en el ataque contra dos agentes policiales el pasado agosto.

El 6 de agosto pasado, Khaled Babouri, un argelino que permanecía en Bélgica de forma irregular desde 2012, armado con un machete apuñaló a dos policías frente a una comisaría de Charleroi, al grito de «Allahu Akbar» («Dios es el más grande»).

El agresor, de 33 años, fue abatido por los disparos de un tercer agente y murió en un hospital de la zona.

Las autoridades belgas clasificaron los hechos como «acto terrorista» y por esa causa fueron procesados hoy dos personas más.

Un día después, el grupo yihadista Estado Islámico aseguró que el autor del ataque era uno de sus «soldados» y Bélgica elevó el hecho la categoría de «acto terrorista».

En ese momento, la policía belga realizó más de un centenar de allanamientos y decenas de detenciones en todo el país desde los atentados en París del 13 de noviembre de 2015 (13-N), que causaron 130 muertos, preparados en Bélgica y de los cuales participaron varios yihadistas belgas.

La localidad de Charleroi fue utilizada como base por yihadistas que tuvieron relación con los atentados del 13-N y con los de Bruselas del pasado marzo.

Según el ministerio del Interior, hay 457 ciudadanos belgas que partieron a combatir en Siria e Irak, cerca de un tercio de ellos mujeres y niños.