MARTES, 26 DE NOV

Se suman indicios proféticos que indican la cercanía de una guerra mundial

Es tal la importancia de esta guerra en Tierra Santa, que fue profetizada un tiempo antes que sucedería en octubre de 2023, por mensajes y visiones al Padre Oliveira y a una Monja Nordestina, en Brasil.

El 5 de octubre de 2023 se produjo una aurora boreal como pocas veces se ha dado. El cielo se tiñó de rojo en gran parte del hemisferio norte, como hace 75 años, antes del comienzo de la segunda guerra mundial.

Esto ha sucedido algunas veces en estas décadas. Pero, ahora es muy significativo por el clima prebélico mundial en el que estamos inmersos. Porque fue la señal que Nuestra Señora anunció en Fátima como el comienzo del castigo al mundo mediante la guerra.

Hoy la humanidad está en vilo ante la posibilidad de una nueva guerra mundial dado la profecía de Fátima a comienzo de la segunda guerra mundial, el escenario está armándose, en una época histórica en que las grandes potencias tienen un arsenal muy letal para la vida en el planeta.

Primero vino la formalización de la guerra en Ucrania, cuando la invasión de Rusia, que tiene significado escatológico, porque Rusia es el regulador del castigo al mundo, según las profecías de Fátima.

Luego vino una guerra con aún más contenido escatológico, la de Tierra Santa, cuando Hamás lanzó un terrible ataque sobre Israel, e Israel le contestó también de una forma terrible. Este conflicto tiene en alerta máxima a las grandes potencias nucleares del mundo y solo una leve chispa podría hacer explotar una gran conflagración.

Es tal la importancia de esta guerra en Tierra Santa, que fue profetizada un tiempo antes que sucedería en octubre de 2023, por mensajes y visiones al Padre Oliveira y a una Monja Nordestina, en Brasil.

El conflicto estalló el 7 de octubre sin que hubiera indicios previos, lo cual alertó de que allí había algo muy importante, porque es extremadamente raro que las profecías se cumplan tan rápidamente y con tal claridad.

Nuestra Señora de Fátima le dijo al padre Oliveira que la tribulación escalaría a partir de esta guerra que profetizó. Un mes después, el domingo 5 de noviembre de 2023, sucedió otra señal importante; una aurora boreal de tal magnitud, que hizo recordar a la de 75 años antes, en la noche del 25 al 26 de enero de 1938, previa al inicio formal de la segunda Guerra Mundial.

Las auroras boreales son un fenómeno atmosférico en el que los cielos nocturnos, cerca del círculo polar ártico, adquieren colores asombrosos, debido a una emisión extraordinaria de partículas del sol, que interactúan con el campo magnético terrestre.

Esta del 5 de noviembre pasado tuvo dos características significativas. Por un lado, predominaron los colores rojos, que indican que las emisiones del sol fueron de enorme intensidad. Segundo, fue tan intensa que excedió el Círculo Polar Ártico, se vio en latitudes en las que casi nunca se producen, como Ucrania, Suiza, Italia, Eslovenia, Francia, incluso se vio durante el día, en algunos lugares de Estados Unidos.

 ¿Y por qué tiene tanta importancia profética esta aurora boreal?

Porque fue la señal usada en Fátima para anunciar el cumplimiento de la profecía de la guerra. Las apariciones que culminaron con el milagro del sol el 13 de octubre de 1917, que nos alertó que debíamos buscar mensajes de Dios en la naturaleza. Dado que el 13 de julio anterior había profetizado que vendría una nueva guerra si la gente no se convertía.

Nuestra Señora les mostró el infierno a los pastorcitos, diciéndoles que es allí donde van las almas de los pobres pecadores. Que, para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a su Inmaculado Corazón les advirtió así que, si se hace lo que Ella nos dice, se salvarán muchas almas y tendremos paz.

Y aquí viene lo central para este caso, sin embargo, prosiguió diciendo: “la guerra va a acabar, pero si no dejan de ofender a Dios, en el pontificado de Pío XI comenzará otra peor”. La guerra que iba a acabar era la primera Guerra Mundial.

Luego agregó la parte más sustancial, la señal profética: “Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre”.

Cabe destacar que, 20 años después, en la noche del 25 al 26 de enero de 1938, se produjo una aurora boreal extraordinaria que conmocionó al mundo.

En tanto que, Sor Lucía juzgó que era “la gran señal”. era la noche iluminada por una luz desconocida, que los astrónomos definieron como una aurora boreal. Unos meses más tarde, el ejército alemán entró a Austria y la anexionó a Alemania. Pronto comenzó la segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia, el 1º de septiembre de 1939.

El mundo presenció una guerra peor que la de 1914 a 1918, que dejaría 40 millones muertos, 100 millones de heridos, una masa enorme de sufrimiento y enormes recursos financieros volatilizados.

Algunos dirán que esa profecía dada en 1917 ya se cumplió con la 2da Guerra Mundial y no hay que considerarla más. Pero deben tener en cuenta que muchas de las profecías judeocristianas tienen la característica de que son atemporales, y que además se pueden cumplir más de una vez. Por ejemplo, la profecía del destierro de los israelitas sucedió dos veces, una vez hacia Egipto y otra vez hacia Persia.

La profecía de la destrucción de Jerusalén también sucedió dos veces, primero por los babilonios y luego por los romanos. La Biblia profetiza que los pueblos de la Tierra serán afligidos por guerras, pestes y hambrunas, y estas profecías se han cumplido repetidamente a lo largo de la historia.

Nuestra Señora dijo en Fátima que, “la guerra es un castigo de Dios y eso es atemporal. Y hoy estamos en un escenario de castigo y de tribulación”. Y aclaró: “Parece claro que la moral del mundo se ha ido lejos de la conformidad de Dios, y sucesivos mensajes de la Santísima Virgen, desde hace décadas, están alertando esto, y advirtiendo sobre un castigo que purificará el mundo para que vuelva a Él”.

Estamos teniendo señales de que la creación misma está protestando por nuestro creciente nivel de inmoralidad, sequías, inundaciones, incendios destructivos, son sólo ejemplos de una larga serie de desastres naturales.

Mientras la Iglesia ha estado pasando por una gran poda de purificación en los últimos 50 años, la cristiandad occidental se ha reducido notoriamente. Los números de concurrencia a misa han bajado drásticamente en todo occidente, pero especialmente en Europa. Gran cantidad de Iglesias están siendo desconsagradas y ocupadas luego por el Islam o shopping centers.

Dios está permitiendo la crisis de los abusos que ha destrozado la imagen de los sacerdotes y obispos, también la apostasía, que está cada vez más extendida entre los laicos, el clero y la jerarquía. Dios está permitiendo que se criminalicen las creencias religiosas en el mundo y que la cultura moderna y decadente, hiera y maltrate al pueblo de Dios.

Esto purifica al pequeño rebaño que permanece fiel, porque será mucho más ferviente en la fe. Pero Dios en algún momento empuñará el hacha contra la modernidad de manera más evidente. En algún momento la modernidad tendrá que responder por su maldad.

Esas son las teorías e hipótesis sobre la posible importancia profética de la aurora boreal del 5 de noviembre de 2023, según lo anunciado por la Virgen de Fátima. Después de leer este análisis: ¿Usted qué piensa? ¿Llegaremos a una tercera guerra mundial en corto plazo o no?.

 

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