LUNES, 02 DE DIC

Empresarios cuestionan a la Justicia por la ausencia de Rocca entre los indagados

El juez Claudio Bonadio jamás citó a declarar al CEO de Techint, Paolo Rocca. Hay dudas sobre el modo en que la Justicia investigó a la empresa. Fracasaron los allanamientos y se postergó una detención.  

La megacausa de corrupción destapada con el caso de los cuadernos de las coimas K, sigue agregando capítulos a una historia que parece no tener final y que cada día aporta cosas sorprendentes.

Uno de los puntos que más llaman la atención en la actualidad a muchos empresarios es la llamativa ausencia del empresario Paolo Rocca, CEO del grupo Techint, entre los indagados.

“Creemos que se podría abrir una nueva etapa en la investigación y que tal vez eso incluya una citación a Rocca. No lo sabemos”, se deslizó desde una de las compañías que más afectadas se vieron por el caso de los cuadernos ventilados por un ex chofer de funcionarios kirchneristas. Como sea, lo concreto es que Rocca no figura con nombre y apellido en los cuadernos del chofer Oscar Centento, mientras que sí aparecen los nombres de otros hombres de negocios de la Argentina.

Lo que llama poderosamente la atención es que dos hombres que gozaban de la mayor confianza de Paolo Rocca admitieron que la compañía pagó “contribuciones” al gobierno kirchnerista en 2008, con lo cual se da por descontada la responsabilidad del propio Rocca en este caso de presunto pago de coimas. Sin embargo, jamás se los citó a declarar.

No hay en esta complicada causa otro caso igual al de Rocca. Es más, fueron muchos otros los empresarios que sí debieron desfilar ante la Justicia explicadno cómo había sido su participación.

La conclusión a la que no pocos han llegado es simple: los empresarios creen que a Rocca nadie lo ha llamado a declarar simplemente “porque es Rocca”.

El hombre al frente de Techint, una de las firmas más importantes de la Argentina, hizo una defensa pública durante un encuentro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), diez días después de que uno de sus ejecutivos de mayor confianza, Luis Betnaza, se presentara ante la Justicia y se hiciera cargo de haber ordenado el pago de coimas. El objetivo de esa maniobra consistía en conseguir la “ayuda” del matrimonio presidencial de los Kirchner para que el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, no nacionalizara Sidor.

Rocca dijo en esa oportunidad: «Techint no participó en el club de corrupción de la obra pública de ninguna manera». Y luego dijo: «Betnaza pagó». El ejecutivo fue procesado esta semana como miembro de una asociación ilícita y cohecho.

Techint era justamente una firma que estaba bajo la atenta mirada del fiscal Carlos Stornelli y del juez Claudio Bonadio, concretamente desde el inicio de la investigación. Vale destacar que en la lista de los primeros allanamientos decretados, Bonadio incluyó a Techint entre las empresas que iban a ser visitadas por la Policía Federal el 1º de agosto. Sin embargo (y esto consta en las actas del
expediente) el allanamiento nunca se llevó adelante.

La fuerza pública tuvo que ir por lo menos tres veces a las diferentes sedes de la compañía, el 1º, el 3 y el 6 de agosto, pero siempre y en todos los casos se fueron con las manos vacías y sin lograr su cometido. La documentación que el juez Bonadio había ordenado secuestrar fue directamente presentada por un abogado de Techint en el expediente porque en su momento la empresa dijo no poder cumplir con la orden del juez.

La primera y única detención de un ejecutivo de Techint se ordenó, según una investigación especial de Perfil, recién el 6 de agosto, dos días después de que se revelara que el grupo figuraba en los cuadernos y que se identificara al hombre indicado como quien se encargaba de pagar las coimas millonarias: Héctor Zabaleta, ex director de Administración de la compañía de los Rocca.

El lunes siguiente, Bonadio ordenó detener a Zabaleta, de 72 años de edad, y también procedió a allanar su domicilio. La orden judicial estipulaba en ese caso que no se le tomaran fotografías a Zabaleta (salvo la estrictamente necesaria para el legajo policial), informaron fuentes confiables. El hombre fue trasladado con el rostro cubierto y, de ese modo, se convirtió en el único de los involucrados al que no se le conoce la cara.

Zabaleta se encontraba bajo la lupa de la Justicia desde el 1º de agosto. De acuerdo a lo que consta en las actas de los allanamientos, los oficiales de la Federal preguntaron por el ex ejecutivo y pidieron su legajo personal en la empresa Techint, desde donde se remitió la documentación solicitada. Cuando la fuerza pública policial reclamó inspeccionar la oficina de Zabaleta, el abogado Horacio de las Carreras -su defensor- dijo que había sido «desmantelada».

Zabaleta es un personaje central en el esquema de presuntos sobornos de la firma Techint. No solo reconoció haber pagado unos “$20 millones” al ex funcionario kirchnerista Roberto Baratta en el subsuelo de la compañía en Retiro. Lo que dijo pone en duda la versión oficial de Rocca y compromete al grupo en una investigación por sobornos transnacionales que lleva adelante un equipo de fiscales en Milán.

En el momento de declarar como arrepentido en la causa ante el fiscal Stornelli, dijo Zabaleta: «Todas las veces, Baratta me exigía dólares, me decía que los pesos no le servían. Me profería amenazas, como cortarnos el gas o importar tubos de China, diciéndome ‘ahora vas a ver dónde te vas a meter los tubos’. También me amenazaba con que no nos iba a dar nunca más obra pública». Y agregó además que la orden de pagar a Baratta las recibía directamente de Betnaza.

De todos modos, el juez Bonadio sostuvo que en el caso de Zabaleta «no se ha determinado con el grado de certeza» si el ex ejecutivo de Techint tuvo responsabilidad en el pago de las coimas que ejecutó. Le dictó falta de mérito, por lo cual Zabaleta seguirá investigado porque el juez cree que no tiene indicios definitivos para procesarlo.

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