Los efectivos de las fuerzas de seguridad nuevamente reprimieron la manifestación pacífica de organizaciones sociales, culturales, políticas y de derechos humanos que se concentraron la tarde de este viernes para protestar contra el tratamiento y posterior aprobación de la Ley Ómnibus. Desde este jueves, un actor que se sumó a los manifestantes han sido los jubilados, en protesta de la pauperización de sus haberes.

Los efectivos de gendarmería nacional (GNA), la policía federal (PFA) y de la policía de la Ciudad arremetieron contra los protestantes que inundaron las calles de Avenida Rivadavia y Avenida Hipólito Yrigoyen para empujarlos hacia la Plaza de los Dos Congresos con balas de goma, gases lacrimógenos y brutales golpes con escudos.

Los últimos dos días han sido marcados por la tensión entre las fuerzas represivas y los manifestantes, quienes concentraron en al avenida frente a la legislatura. Los efectivos empujaron a los congregados para que se agolparan encima de la vereda y liberar así la circulación de la calle.

El saldo del avance de las fuerzas de seguridad fueron detenciones arbitrarias de personas que se manifestaban cantando el himno nacional sentados o en cuclillas en el verde césped de la plaza, la agresión con gases lacrimógenos a jubilados que se colocaron a la vanguardia frente a los efectivos y con gas pimienta al diputado nacional Alejandro Vilca, el ataque a golpes contra el dirigente del Partido Obrero Eduardo Belliboni, y la demora de trabajadores de prensa mientras realizaban su trabajo de cobertura de los hechos, veinte de los cuales fueron heridos con bala de goma.