El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, no está atravesando su mejor momento político. Lejos de llevar adelante su gestión en calma, el dirigente ocupa gran parte de sus días en despegarse de las polémicas, que aparecen una tras otra sin descanso alrededor de su figura.

Estas polémicas no han sido faltas de consecuencias, dado que le han costado limitar sus aspiraciones. Por ejemplo, en la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires, donde intentó posicionarse como el referente de Cambiemos, la gobernadora María Eugenia Vidal se decantó por otras opciones, como Miguel Saredi o Alejandro Finocchiaro, aunque vale recordar que éste último viene envolviéndose también en el manto de la controversia.

Luego fue acusado por la mismísima Lilita Carrió de armar una operación en su contra, una “operación de mala fe en convivencia con Mauricio D’Alessandro”, según la diputada nacional.

Se sostendrá en su cargo?

Sin embargo, existe una razón para que el ministro Ritondo, que lleva adelante una gestión de dudoso éxito, se mantenga en su cargo. Según allegados al ministerio de Justicia, el ministro tiene una aceitada relación con Daniel Angelici y con todo el círculo íntimo del presidente de la Nación, Mauricio Macri.

“Dentro del círculo se hacen favores unos a otros. Ritondo le deja poner a Angelici un hombre de su confianza en el ministerio y le pinta las calles de La Boca con su nombre durante las campañas a presidente del club. Luego éste le devuelve el favor con licitaciones arregladas, como cuando Angelici ganó una fortuna vendiéndole chalecos antibalas al ministerio”, señalan esas mismas fuentes.

En esta ocasión son las empresas que proveen al ministerio las que estallaron en bronca. El ministro mandó llevar adelante la contratación directa 22/2017, cuyo número de expediente es el 21200 – 98466/2016-0-1, a partir de la cual gastará la suma de 878.240 pesos, en realizar “un piso epoxi” en un depósito del ministerio. El problema, en este caso, no es sólo el alto precio, sino la continua publicación de licitaciones dentro del edificio del ministerio, muchas de las cuales luego no son cobradas en tiempo y forma.

Deudas de mucho tiempo

“Aun nos deben licitaciones de hace más de ocho meses. No podemos trabajar así. Tenemos que salir a pedir dinero prestado para pagar los sueldos. Y en vez de preocuparse en pagar, siguen devolviendo favores con estas licitaciones. Hace tan sólo unos meses, el ministerio de Justicia solicitó la reparación de los baños de caballeros de la planta baja. Hicieron baños para emperadores romanos. Mármol, espejos biselados, sanitarios de la mejor calidad, luces modernas, lo que te imagines, pero aun no pagaron nada”, confiaron los dueños de una de las empresas proveedoras, que prefieren mantenerse en el anonimato. “Si se enteran que hablamos, no nos pagan más”, le sentenciaron al portal de noticias realpolitik.com.ar