Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires

El ex jefe del bloque del Frente para la Victoria y abogado laboralista, Héctor Recalde, sostuvo que el gobierno busca «congraciarse con los sectores de la economía y la producción que lo apoyan para imponer la reforma laboral», además refirió que «el Ejecutivo se apresta a dar respuesta a las demandas que provienen del Fondo Monetario internacional».

«La insistencia que tiene el secretario de trabajo Dante Sica, en cuanto a la reforma laboral, permite realizar un análisis objetivo de como son las fuerzas políticas en el parlamento, indica que seria muy difícil para el gobierno obtener una reforma laboral mediante la creación de una ley», evaluó el letrado.

Consultado por Conclusión de que modo el Ejecutivo nacional podría instaurar la reforma laboral, el ex presidente de los abogados laboralistas señaló que le «asiste el temor de que Macri recurra a un DNU», para hacerlo. «Esto sería inconstitucional, pero viniendo de este Gobierno no sería la primera vez que dicte una norma contraria a lo que consagra la Carta Magna».

Recalde, puso de manifiesto sus dudas en un momento en que algunos empresarios apuntan a conformar un “sistema flexible y meritocrático”, argumentando que sus peticiones se fundan en la existencia de una supuesta super protección de los derechos de los trabajadores. Por caso, el empresario de la construcción Julio Crivelli propone despedir sin motivos cuando las estadísticas de desempleo y de cierre de Pymes y fábricas crece con el paso de las horas.

-¿Con qué otra herramienta administrativa cuenta el Ejecutivo para imponer la reforma laboral?

-«O invocaría otra excusa apelando a un decreto reglamentario, con el objeto de buscar una forma de flexibilizacion laboral que es lo que le está exigiendo el Fondo Monetario Internacional. Sigue insistiendo porque es evidente que en el parlamento -de cara a las elecciones próximas- no tendría plafón para concretarlo. Manifestarlo públicamente sin llevarlo al Congreso, es para congraciarse con los sectores económicos que los apoyan. Y con la posibilidad de no ser derrotados porque no sería materia de discusión. Sin embargo, temo que usen algún subterfugio de esta índole».

-¿Esta iniciativa la ve solamente como un condicionante externo o podemos sospechar que los grupos internos se suman a esta imposición en forma asociada?

-«Claro porque la insistencia manifiesta es objetiva, basta con darle lectura a los diarios. Los empresarios, Crivelli y Cabrales fueron los dos empresarios que iniciaron los planteos. En esta semana, al menos dos empresarios de peso salieron a pedir “despedir sin causa” y se mostraron a favor de la reforma laboral que impulsa el gobierno. Los empresario dijeron que necesitaban «incentivos».  Julio Crivelli, el presidente de la Cámara de la Construcción fue uno de los que pidió poder despedir “sin causa a empleados en todas las industrias y comercios».

-¿Quién puede creer en este tipo de planteos cuando todos sabemos que esto se intentó en la década del 90 y terminó con alto grado de desocupación?

-«Siempre insisto con este tema, hay datos estadísticos del Indec que desmienten las afirmaciones de los empresarios, en octubre de 1990 la desocupación estaba en el 6%, con la flexibilización laboral a mediados del 95 la desocupación llegó a 18%. Esto desmiente y demuestra lo contrario de lo que se profesa. Además, el derecho laboral no crea ni destruye empleo, simplemente distribuye equitativamente y regula las horas. Lo que crea puestos de empleo es la economía».

-Lejos estamos de que se pueda dar viabilidad al proyecto que usted presentó en diputados para generar más empleo…

-«Muy lejos, propuse basar la jornada laboral llevando la horas trabajadas en la semana no en 48 horas, sino en 45. Esas horas excedentes sumadas producto de reducir la jornada, hacía que se pueda distribuir y no crear, empleo entre 200 mil mujeres u hombres que no tenían ocupación. Es lo único que puede hacerse con la legislación del trabajo lo demás esta a cargo de la economía».