El ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero es palabra más que autorizada para opinar sobre la decisión de pedir un crédito preventivo al FMI de parte del gobierno nacional. Su segundo mandato estuvo marcado por el crack económico español, con índices de desocupación que superaban el 20%, brutal caída de la actividad económica y presiones internacionales para que el contagio al resto de Europa sea el menor posible.

“A mí no me hace gracia, además debo decir que en su día me ofrecieron una línea igual que la que le dan ahora a la Argentina. La ofrecieron a nosotros y a Italia. Fue en la Cumbre del G20. Berlusconi presidía Italia y el ministro de Economía italiano, que se pasó toda la noche en el hotel de Cannes (Francia) y repetía que conocía mejores formas de suicidarse que adoptar un crédito preventivo con el FMI. Recuerdo cómo el FMI, la Comisión Europea y (Ángela) Merkel perseguían a los italianos por los pasillos del hotel para ver si lograban que tomasen la línea del FMI”.

Rodríguez Zapatero dice que fuera del país sorprendió la caída de la economía argentina: “Venía viendo los datos y debo decir que en la comunidad política en general, internacional y financiera, sorprendió lo que ocurrió en la Argentina, que empezó otra vez a tambalear. No había esa percepción”.

Con respecto a si le parecía adecuada la decisión de recurrir al FMI, el ex jefe de gobierno español socialista hizo un muy interesante señalamiento sobre cómo podría haber funcionado en circunstancias como estas la Unasur, hoy prácticamente desarticulada por los gobiernos argentino y brasileño, y el Banco del Sur, que fue abortado antes de poder comenzar a operar.

“Dicen que el FMI ha cambiado —ironizó Zapatero—. Es verdad que algunas cositas ha dicho distintas… Claro, mientras no se produzca lo que sería deseable, que es que existiese una unión económica latinoamericana, y que la capacidad de toda latinoamérica unida como está Europa tuviera instrumentos suficientes para apoyar una crisis en un país o en otro país, claro… hasta que eso no se produzca no sé si hay un camino alternativo al FMI”. También aclaró: “Convengamos que varias de sus recetas tuvieron resultados más que cuestionables. Yo estaría alerta y sobre todo intentaría la concertación”.

Zapatero, que actualmente está dedicado al diálogo en Venezuela entre gobierno y oposición, dejó algunos consejos este momento de crisis. Sostuvo que lo primero es que “Argentina no debe decaer en la confianza en sí misma” porque tiene “enormes cualidades”, entre las que citó “capital humano y formación y notables riquezas” naturales.

“Como receta, puedo decir que hay dos aspectos: la inflación y el déficit hay que controlarlos. Puedo asegurar que si esos dos parámetros no se  producen, no se sale, hay que hacerlo con el menor costo social y el mayor compromiso social. Es un problema y hay que abordarlo, y lo tienen que abordar centrales sindicales, los gremios, con los empresarios, con el gobierno”.

Recordó que “en España hubo una situación parecida entre 1976 y 1977, con inflación de dos dígitos y déficit público. Se hicieron los acuerdos llamados de la Moncloa que nos permitieron transitar ese momento difícil en poco tiempo”.

Zapatero estuvo los últimos días en Argentina en una visita financiada por el Consejo Federal de Inversiones. Mantuvo una reunión con militantes del PSOE radicados en el país, hizo contactos en Buenos Aires, participó de dos charlas con el gobernador Miguel Lifschitz en Buenos Aires y Rosario y se reunió con los principales dirigentes del Partido Socialista.