Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires –

Dice el consultor Raúl Aragón en su cuenta de Twitter: » Hay dos componentes anticuarentena: uno político, que es la derecha del Pro. Es un sector que tiene estructura y medios pero no convocatoria social. Por otro, hay un 18 % de la sociedad que no cree, que no está de acuerdo con la cuarentena y es un sector muy importante».

La semana pasada el presidente, Alberto Fernández, anunció una nueva prórroga, hasta al menos el 17 de julio, de la cuarentena que ya rige en especial el área metropolitana de Buenos Aires (Amba), donde se endurecieron las medidas por estar registrando un rápido aumento de casos.

En diálogo con Conclusión, el consultor analizó cómo la interdeterminación existente entre la herencia macrista y la pandemia potenciaron una crisis social y económica, todo esto, en el marco de la negociación de la deuda y de un impacto en la política y la institucionalidad, afectada por la aparición del espionaje M, que lastima la relación entre fuerzas políticas pata generar consensos que le permita avanzar con la aprobación de leyes en el parlamento.

Dice el especialista que «conducir el país en medio de todo esto», resulta una tarea difícil, sin embargo «el presidente definió prioridades, al enunciar que lo primero es la salud», y agregó «nadie vio venir el espionaje M que agrega a la política un componente de sospecha y degradación moral, y como es la clase política la que esta degradada termina asociada a esto. El presidente tomó distancia de esto».

«Hay una paradoja en el planteo de Alberto: Nos dijeron que estos primeros 50/60 días eran para desarrollar la capacidad hospitalaria para cuando llegue el pico. Ahora estamos por llegar al pico y nos dicen «estamos por saturar la capacidad hospitalaria» ¿entonces como era?», señaló en su cuenta de la red social Twitter.

«En medio de todo esto apareció el problema de Vicentin», manifestó Aragón y caracterizó la situación de la empresa respecto de los daños que ocasionó a sus proveedores, entidades financieras y trabajadores.

En el mismo sentido, señaló en la charla con este medio que «hubo un error del presidente, al asumir el problema de Vicentin cuando no era conocido». «Era conocido en la Justicia pero no en la sociedad y relativamente en la política». «Esto dio la sensación de que se trató de un avance arbitrario sobre la sociedad», precisó.

«La decisión brusca y extemporánea de la intervención de Vicentin es decisión de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner. Esto no le dejo margen para rechazarlo», destacó el analista.

En este sentido, describió cuales fueron los pasos de Alberto Fernández al establecer diálogos con la oposición y de qué manera influyó la aparición de una salida propuesta por el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti.