Organizaciones sociales, políticas y gremiales movilizarán este miércoles en el marco de un nuevo aniversario del estallido del 19 y 20 de diciembre de 2001. Las actividades locales se darán en consonancia con otras de distintos puntos del país, en una jornada atravesada por la amaneza del gobierno nacional de retirarle los planes sociales a quienes protagonicen cortes de calles y el debut del protocolo antipiquetes anunciado por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.

En Rosario, la marcha saldrá a las 16.30 desde plaza San Martín y finalizará en el Monumento a la Bandera. Allí estarán presentes diferentes organizaciones gremiales como ATE, Coad y la CTA.

También convocan a la movilización la Asamblea del 19 y 20 de diciembre -integrada mayormente por familiares de los asesinados en la represión de 2001- y partidos políticos como el Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad.

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Estos últimos resaltan que las actividades de este miércoles tienen un carácter particular porque se desarrollarán en medio de las decisiones que tomó el gobierno nacional de Javier Milei para desalentar la protesta social, como la amenaza de retirarle la asistencia a aquellas personas que estén inscriptas en un programa y corten total o parcialmente una calle, y la instrumentación del llamado «protocolo de orden público», dispuesto para «garantizar la libre circulación».

En dialogo con Conclusión, la dirigente del Partido Obrero, Carla Deiana, indicó que «Bullrich quiere meterle miedo a la población para que no salga a reclamar frente a este plan de guerra que le ha declarado (el presidente Javier) Milei a los trabajadores». Y acentuó: «La idea de que habría que esperar (para marchar) es simplemente una maniobra en función de evitar tomar cartas en el asunto frente a una masacre social que ya empezó»

Las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 fueron el corolario de una extensa crisis económica, política y social que terminó por estallar durante el mandato del presidente Fernando De la Rúa, quien respondió con una cruenta represión estatal. Unas 39 personas fueron asesinadas en todo el país y en Santa Fe, bajo el gobierno de Carlos Reutemann, murieron 9 personas.