Más de 500 científicos, becarios y estudiantes se congregaron este miércoles en la explanada del Polo Científico para reclamar el otorgamiento de 1.600 becas del Conicet y advirtieron que el organismo de prestigio internacional se encuentra absolutamente paralizado y en estado crítico y que el país está ante «una próxima fuga de cerebros».

Luego de la manifestación fueron recibidos por el directorio y el presidente del organismo, Daniel Salomone, «sin acuerdo, ni certezas», dijo el investigador e integrante de la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt), Jorge Geffner.

“Hablamos 20 minutos. Hay 1.600 becas que ya están evaluadas y tendrían que haber sido comunicadas el 12 de enero y no tenemos ninguna comunicación. Lo que nos dicen es que no hay presupuesto. El diálogo fue tranquilo, pero no acordamos nada porque no tuvimos certeza alguna», dijo Geffner

El integrante de la Red subrayó: «Necesitamos saber si esta gente joven, que es el semillero de nuevos científicos, ingresa al Conicet, o si los perdemos, porque hay ofertas mucho mejores en el exterior y hay mucha gente que en función de estos dos meses que no se sabe qué pasa ya están haciendo contactos para irse al exterior, un temor muy fundado».

Asimismo, aclaró que el pedido de 1.600 becas no busca hacer crecer al organismo científico en cantidad de personal, sino que «un número similar se cae luego de cinco años de trabajo, porque se expira la beca».

En un comunicado publicado por Raicyt en sus redes sociales esta tarde, las autoridades de la red informaron que se volverán a reunir este viernes para «evaluar las últimas novedades y definir las próximas acciones».

En ese sentido, Geffner adelantó: «Vamos a seguir reclamando y hay varias instancias que se están transitando. En esta semana y la próxima tenemos contactos con legisladores nacionales de distintos bloques parlamentarios, para que la comisión de Ciencia y Técnica de Diputados haga un pedido de informe al Poder Ejecutivo.

Además, se está estudiando la posibilidad de hacer recursos de amparo en el ámbito legal, porque hay derechos adquiridos que están siendo vulnerados».

En tanto, desde las 11, la comunidad científica se juntó con carteles con consignas como «El conocimiento es soberanía. La ciencia y la universidad pública se defienden» y «No al vaciamiento del Conicet» (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas)

Por otra parte un grupo de investigadores llamados Jóvenes Científicos Precarizados informaron -también a través de su cuenta de X- que estaban «ocupando el Conicet, subimos al piso 11 mientras está reunido el Directorio. No nos vamos sin respuestas. Exigimos que publiquen las becas y reincorporen a los despedidos».

«Las becas de doctorado deberían comenzar el primero de abril, faltan menos de dos meses y no sabemos si habrá alguna beca», dijo Abril Marcolongo, presidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

«Estudié ocho años, me formé en este país en la educación pública y no sé si voy a poder seguir haciendo una carrera acá y eso es terrible, no solo por lo que implica para la ciencia sino también para la soberanía de este país. ¿Qué país desarrollado existe en el mundo que no tenga su propio sistema científico?», advirtió la joven mientras espera que le otorguen su beca doctoral.

Y remarcó: «Es una situación de incertidumbre y desolación. Estamos frente a una próxima fuga de cerebros si esto no se revierte y la verdad que es muy duro».

«Estamos en presencia del desmantelamiento del Conicet. La desfinanciación va a llevar a que la institución no pueda funcionar», alertó la viróloga Andrea Gamarnik, distinguida como «Investigadora de la Nación Argentina» en el 2022, luego de liderar el equipo que presentó el primer test argentino de detección de la respuesta inmune al coronavirus.

«El sistema científico está en una situación muy vulnerable, donde no hay quién tome decisiones», aseguró Gamarnik, y aseveró que el Conicet está en un momento «realmente crítico».

La convocatoria fue organizada por la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt), los trabajadores del organismo agrupados en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), los centros de estudiantes de diversas facultades y otras agrupaciones universitarias.

«El mensaje es que si Argentina está en una situación difícil, lo que tenemos que pensar es que esta es una inversión para el futuro. La ciencia y la tecnología son el camino para un país con oportunidades y desarrollo», agregó Gamarnik.

Entre los principales reclamos, piden que el directorio del Conicet publique los órdenes de mérito de las becas doctorales que deberían iniciar sus actividades el próximo 1° de abril y de las promociones en la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico.

Cada año, el Conicet selecciona profesionales altamente calificados y les otorga una beca doctoral que «sirve de remuneración por el trabajo que realizan en el marco de un proyecto científico con dedicación exclusiva», detallaron desde la Raicyt.

«El 17 de julio del año 2023 se abrió la postulación a estas 1.600 becas, pero los y las graduados/as postulados aún no conocen el resultado y desconocen su futuro laboral», alertaron desde la Raicyt.

También piden la reincorporación de personal despedido, actualización salarial y el giro de fondos para garantizar el funcionamiento de la institución.

Entre la multitud había muchos investigadores que llevaban guardapolvo, como Eugenia, quien está haciendo el doctorado en Ciencias Médicas y estudia la enfermedad de Alzheimer.»Nos comentaron que el presupuesto alcanza hasta abril o mayo, así que estamos pendientes de saber qué es lo que pasa minuto a minuto. Tampoco nos están dando plata para los reactivos de las investigaciones», lamentó la joven.

Hoy se realizó una radio abierta en la que diferentes representantes de organizaciones científicas tomaron la palabra para enumerar las demandas. En el lugar, Geffner alertó que «hoy no hay presupuesto para las becas ni para el financiamiento de los institutos, que no pueden pagar la luz ni el agua».

«El Conicet está absolutamente paralizado y una institución de ciencia y técnica paralizada va al muere», graficó, y destacó que «si bien han habido políticas de ajuste en otros períodos de la democracia en la Argentina, jamás hemos tenido una situación como esta».

«Es una situación gravísima y sin precedentes», sostuvo la investigadora, y apuntó que «no es que no hay plata, sino que simplemente no hay una decisión política».

En este sentido, desde la red de autoridades  explicaron que «el Estado argentino invierte en su semillero académico tan sólo el 0.008% del PBI».

«Es muy triste esto para mí ver que mis compañeros se quedan sin trabajo y que toda la investigación que estuve haciendo estos años quede trunca», explicó el biólogo, que estudia como la temperatura afecta el desarrollo de los seres vivos e investiga sobre especies de moscas locales que causan daños millonarios en los cultivos de fruta fina.

Luego agregó que en el laboratorio de Evolución de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales ahora están tan atrasados con los pagos de insumos y que tienen que «hervir algodón para reciclarlo».

Con el lema «Sin becas no hay ciencia», la concentración buscó la situación en la que se encuentra el Conicet desde enero pasado, cuando las autoridades del organismo informaron la postergación de la publicación de los resultados de la convocatoria a becas y promociones de la Carrera de Investigador hasta tanto se configure el presupuesto definitivo para este año.