El presidente Mauricio Macri recorrió hoy la Base Aérea de El Palomar, donde se encuentran dos aviones Hércules C-130 de un total de cinco aeronaves que forman parte del proceso de modernización de la flota de gran porte.

El mandatario subió a una de las aeronaves y dialogó con tres aviadores de la Fuerza Aérea, quienes cumplen misiones humanitarias en diferentes regiones del mundo.

Según se informó oficialmente, el presidente observó los detalles de remodelación del aparato, acompañado por el ministro de Defensa, Julio Martínez; el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, brigadier general Enrique Amrein, y otras autoridades.

Macri subió al control del C-61 y recorrió la nave que se modernizó en la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (Fadea).

Según se informó, se hicieron «más eficientes los plazos y completar las tareas en 10 meses, adaptando una técnica que proporcionó los Estados Unidos».

En tanto que otros tres Hércules, con capacidades de 20 toneladas, serán sometidos en los próximos meses a los mismos métodos de actualización de sus funciones operativas.

Los trabajos en el TC-61, que ya cumplió una misión a la Antártida, incluyeron la integración de sistemas digitales de comunicación, navegación, digitalización de la información en cabina, la modificación del cableado y la instalación de un nuevo sistema de aire acondicionado.

El proceso de incorporación e instalación de nuevos equipamientos involucró a más de 150 técnicos e ingenieros propios.

Entre las misiones aéreas que realizan los C-130 se destacan las de carácter humanitario, como las que cumplió para llevar asistencia a los damnificados por el alud que afectó en marzo localidades de Jujuy y por las inundaciones de abril en Comodoro Rivadavia; e intervinieron en catástrofes naturales en Ecuador y Perú.

Además, participan en las misiones antárticas gracias a su capacidad de operar con temperaturas ambientales de hasta 45° bajo cero.

Los Hércules realizan más de 100 cruces por campaña desde Río Gallegos a las bases argentinas para abastecerlas con combustibles, alimentos y otro tipo de aprovisionamiento.

También intervienen en el traslado de efectivos militares y fuerzas de seguridad, carga y descargas, evacuación médica, búsqueda y rescate, misiones de paz y diurnas y nocturnas en zonas de conflictos bélicos, y lanzamiento de paracaidistas.

Macri, durante su visita dialogó con el vicecomodoro Daniel Máspero, de 49 años, es jefe del Departamento Operaciones de la I Brigada Aérea, con un historial que supera los 250 cruces a las bases antárticas y desde 2001 vuela el C-130.

Asimismo, dialogó con el mayor Franco Paglione, de 42 años, está al frente del Escuadrón I de los C-130, avión que vuela desde 2005; es piloto instructor, posee más de 120 cruces a las bases en el Continente Blanco.

En tanto que el suboficial mayor Raúl Vicente, de 52 años, otro de los militares que dialogó con Macri, es el Encargado de Unidad de la I Brigada Aérea, pilotea el C-130 desde 1991 y tiene más de 100 cruces a la Antártida.

Martínez, en el marco de la presentación de las naves, dijo: «Nuestras Fuerzas Armadas, en tiempos de paz, deben tener desarrolladas las capacidades para trabajar en diversos ejes», entre otras, a las tareas de asistencia ante emergencias, a las campañas antárticas, a la participación en misiones de paz, a los ejercicios conjuntos con otros países y al control aeroespacial en el marco de la Ley de Defensa.

La modernización propuesta hace uso extensivo de componentes desarrollados, probados y certificados para la aviación comercial, homologando toda la flota en una misma configuración básica, asegurándose con ello una alta disponibilidad y mantenibilidad del Sistema de Armas hasta el año 2030 como mínimo.

Comprende la modernización de cinco aeronaves C-130, de las cuales tres son modelo C-130H (matrículas TC-61,64 y 66) y dos son KC-130H (TC-69 y 70) para reabastecimiento en vuelo.