El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, se mostró este martes escéptico sobre una posible ayuda del gobierno nacional por la crisis hídrica de la provincia al señalar que “nos van a tirar alguna cosa, algún apoyo va a llegar” pero “no va a alcanzar”.

Lifschitz contó que el ministro de Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, se comunicó con él el viernes pasado para ponerse a disposición por las inundaciones en el centro y sur de Santa Fe.

“Le transmití que por ahora no era necesario, que con los equipos propios nos estábamos arreglando bien”, dijo el mandatario.

“Pero que la situación más grave –siguió- es cuando baja el agua, o no termina de bajar, y empieza el impacto sobre las actividades productivas”.

En ese punto Lifschitz destacó la grave situación que atraviesa la lechería santafesina, cuyos tambos están mayoritariamente asentados en el departamento Castellanos, uno de los afectados por las copiosas precipitaciones de las últimas semanas.

Consultado por Radio Dos de Rosario acerca de la ayuda financiera que espera de Nación, el gobernador dijo: “Nos van a tirar alguna cosa; algún apoyo va a llegar. Pero no va a alcanzar”.

En ese sentido, Lifschitz anunció que le va a plantear al Gobierno “medidas a más largo plazo como el seguro agrícola, que necesita apoyo del Estado nacional”, para procurar que ante desastres naturales “los productores tengan un seguro que los cubra”.

También mencionó, en ese orden, la insuficiencia del fondo de emergencia agropecuario nacional.

“Es un fondo de 500 millones de pesos para todo el país. Ese fondo tiene que ser ampliado para que se pueda asistir”, consideró el gobernador santafesino.

El mismo fue creado por ley en 2009, y desde entonces mantiene el mismo nivel de fondos.

Para Lifschitz “son cifras muy exiguas para un país tan extenso donde siempre hay problemas”.

Como contracara de la ayuda nacional a Santa Fe, que desde su punto de vista será insuficiente, mencionó la asistencia extraordinaria de 25 mil millones de pesos gobierno federal a la provincia de Buenos Aires.

“Hay gran malestar en todos los gobernadores por la decisión unliarteral del gobierno nacional. Nos parece a todos que estos temas deben ser conversados y todas las provincias tenemos distintos tipos de necesidades”, dijo Lifschitz.