El dictamen de mayoría con disidencias para la ley ómnibus que el miércoles a la madrugada firmaron el oficialismo, el PRO, Hacemos Coalición Federal y parte de la UCR contempla que la Secretaría de Cultura de la Nación absorba las funciones del Instituto Nacional del Teatro, pese al reclamo de los actores que habían pedido que el organismo no sufriera modificaciones ni fuera cerrado.

En la sección dedicada a las modificaciones en los organismos y entidades culturales se decidió finalmente no dar marcha atrás con la eliminación de la Ley N° 24.800, más conocida como la Ley Nacional del Teatro, lo que significaría que, de aprobarse el proyecto en el Congreso, el Instituto Nacional del Teatro habrá desaparecido.

La Ley Nacional del Teatro fue creada en 1997 y este año se celebra su 25 aniversario. Gracias a la norma fue posible la creación del Instituto Nacional del Teatro, organismo que tiene como objetivo promover y apoyar la actividad teatral en todo el territorio del país, fomentando las actividades teatrales a través de concursos, certámenes, muestras y festivales; otorgando subsidios y becas a grupos, salas, artistas, eventos, proyectos; estimulando la conservación y creación de espacios teatrales y difundiendo el conocimiento del teatro, su enseñanza, su práctica y su historia.

En la Sección III del dictamen, el artículo 407 sostiene: «Derógase la Ley N° 24.800» y en el artículo siguiente explica cómo, en caso de que la ley ómnibus sea aprobada y entre en funcionamiento, será el futuro del INT: «Las funciones del Instituto Nacional del Teatro serán asumidas por la Secretaría de Cultura de la Nación o el organismo que lo reemplace en el futuro. El PODER EJECUTIVO NACIONAL procederá a la reasignación de los recursos humanos, presupuestarios y materiales con motivo de la derogación prevista en el artículo anterior. Los recursos asignados para dichas funciones en 2024 no podrán ser inferiores a los asignados a tal fin en el presupuesto del 2023».