El gobierno de Santa Fe informó este lunes que la obra del Acueducto Desvío Arijón-Rafaela entró en su etapa final. Los trabajos de infraestructura terminarán con los problemas de acceso al agua potable y a los servicios básicos en una decena de localidades de la provincia.

La Secretaría de Empresas y Servicios Públicos, del Ministerio de Infraestructura y Hábitat, comunicó que se encuentra en su etapa final la obra del Acueducto Desvío Arijón–Rafaela, que permitirá llegar con agua de calidad a las localidades de Matilde, Sa Pereira, San Carlos Centro, San Carlos Sud, Santa Clara de Buena Vista, San Mariano, Angélica, Rafaela y Susana, a través de un acueducto de 130 kilómetros de extensión y 4 estaciones de rebombeo.

Al respecto, el secretario Carlos Maina indicó: “Desde el primer día de gestión, el gobernador Omar Perotti tomó la decisión de dotar de infraestructura sanitaria a la mayor cantidad de localidades de nuestra provincia, convirtiendo el acceso al agua potable y los servicios básicos, en uno de sus principales ejes de su gestión».

“Actualmente, estamos terminando el módulo II del Acueducto Desvío Arijón – Rafaela, haciendo limpieza y desinfección de cañerías y cisternas sobre el acueducto troncal y ultimando los detalles para su inminente finalización», destacó el funcionario provincial.

«También -amplió- estamos avanzando con la ampliación de las plantas potabilizadoras de Santa Fe y Rosario, poniendo en marcha el acueducto San Javier, San Cristóbal, Ceres, Tostado y esperando la adjudicación del Acueducto Biprovicial. Todo esto, muestra claramente el plan de saneamiento que hemos llevado adelante a partir de esta gestión, entendiendo el acceso al agua no sólo como política de Estado, sino como un derecho humano fundamental”.

Los trabajos

Durante estas semanas, operarios de las empresas constructoras y de Aguas Santafesinas S.A. (Assa) están desarrollando tareas de limpieza y desinfección en cisternas y en la cañería troncal de todos los tramos.

Para ello, se fue bombeando el agua necesaria para poder llegar a tener todas las medias cisternas al 25% de capacidad, para luego dosificar hipoclorito de sodio y trabajar en la desinfección. Una vez finalizado este proceso, se comenzó a bombear con niveles superiores al 50% para dejar habilitadas las medias cisternas y comenzar a repetir el proceso con las restantes.

El acueducto

La construcción cuenta con un muelle de toma sobre el río Coronda que impulsa el agua cruda hasta la planta en Desvío Arijón, a través de un acueducto de casi 2.5 kilómetros de extensión.

La planta potabilizadora tiene en operación un módulo de tratamiento con una capacidad media diaria de producción de 50 millones de litros. También posee una estación de tratamiento de lodos para los barrios que son extraídos durante el proceso para su recuperación y cuidado del ambiente. Asimismo, esa planta dispone de una laguna de estabilización de los líquidos remanentes del proceso.

Finalmente, se dispone de otras instalaciones para talleres, almacenamiento y dosificación de de insumos químicos, sala de cloración -equipada con dispositivo de neutralización de eventuales fugas- y laboratorio de control de calidad.

El segundo módulo ya fue construido y va a ser habilitado próximamente para el ramal Desvío Arijón-Rafaela, que sirve además a las localidades de Matilde, San Carlos Centro, San Carlos Sud, Santa Clara de Buenavista, Sa Pereira, San Mariano, Angélica, Rafaela y Susana.

Salto de calidad

La alimentación a la ciudad de Rafaela desde la planta de Desvío Arijón implicará un cambio notable en las características del agua potable de la ciudad, reduciendo niveles de salinidad y haciendo posible la incorporación al servicio en el futuro de otros sectores del ejido urbano.

En la ciudad de Rafaela el agua proveniente del acueducto se almacenará en una nueva reserva de 5 millones de litros, que se suman a la existente de 10 millones de litros.

Actualmente, Rafaela se abastece de agua potable a través de un sistema combinado: un acueducto de 60 kilómetros proveniente de Esperanza; y agua de perforaciones locales, potabilizada mediante el proceso de ósmosis inversa.

La llegada del Acueducto Desvío Arijón permite sacar de servicio la principal planta de ósmosis inversa de la ciudad, manteniendo con volúmenes reducidos el aporte del Acueducto Esperanza-Rafaela.