SáBADO, 30 DE NOV

La nocturnidad rosarina reaviva el debate en el Concejo Municipal

La iniciativa tiene como eje dividir entre boliches bailables y no bailables. Conclusión dialogó con concejales, quienes destacaron la necesidad de actualizar la normativa.

El Concejo comenzó a tratar un tema que se tomó su tiempo para ser discutido: la nocturnidad.

En el proyecto aparecen las figuras de boliches bailables y boliches no bailables. Además, la iniciativa estipula que los viernes, sábados y domingos los boliches cierren, como máximo, a las 5 de la mañana. Mientras que en la semana, la fiesta deberá terminar antes.

También se prevé controlar los ruidos molestos y la salida de los establecimientos. Un párrafo aparte es la cuestión del transporte, que deberá garantizarse, ya que la salida de una gran cantidad de personas de un mismo lugar a la misma hora suele colapsar los taxis.

Durante la Comisión de Gobierno de los martes se comenzará a hablar sobre la temática. Entre los puntos a discutir estarán los horarios más extendidos, que se deje de vender alcohol unas horas antes del cierre promover zonas para la instalación de espacios de diversión y Protocolos de inspección.

Los menores deberán estar con la adecuada seguridad, y se deberá garantizar que no se les venda bebidas alcohólicas.

El proyecto fue presentado por los ediles Roy López Molina, Osvaldo Miatello, Jorge Boasso y Diego Giuliano (los dos últimos ya no pertenecen al Concejo).

En diálogo con Conclusión, Miatello manifestó que el tema “amerita que se empiece a debatir y se le dé participación a los distintos bloques involucrados. Es una ordenanza que va a llevar su tiempo. Esperamos empezar porfin a discutirla”.

El concejal opinó que debe haber “rubros claros y evitar rubros fantasmas. Por eso, simplificamos rubros, con distintas medidas de seguridad”, destaca el justicialista.

María Eugenia Schumck, confirmó que “convocaremos también a los jóvenes para que nos den su opinión que son ellos los protagonistas”.

Para María Fernanda Gigliani “el primer gran debate está dado sobre si se baila o no se baila, que para nosotros es una cuestión que ya tiene que ver con el pasado y que hay que avanzar sobre el nivel de ocupación, es decir, la cantidad de personas que por metro cuadrado pueden estar en en algunos de estos lugares”.

“Hay que avanzar en la disminución de rubros y por otro lado el gran debate que nos debemos es el tema de la convivencia, derecho que tienen los jóvenes de poder divertirse y el de los vecinos el de poder descansar”, agregó la concejal de Iniciativa Popular.

“Hay siempre sectores que se han considerado dueños del debate de la noche y hay empezar a pensar como ciudad”, consideró la edil. Y por otra parte, manifestó que los jóvenes “tienen derecho a disfrutar de sus espacios de ocio y está bueno escuchar a los protagonistas”.

Marina Magnani estableció que la intención es que “exista el mayor nivel de control hacia los grandes boliches porque los jovenes manifiestan que su radicación en zonas más alejadas genera algunas dificultades”.

En tanto, la concejal denunció que existen “políticas de discriminación de las empresas de que dejan entrar o no alguien según la cara que tienen”,así como “situaciones de acoso sexual dentro del boliche y agresiones en la salida”.

“Cuando le garantizamos a un empresario un lugar donde puede ingresar tanta gente y además vende bebidas alcohólicas, con muy poco control, hay que exigirles que sean responsables de generar un entorno de seguridad”, sentenció la representante del Frente para la Victoria.

También propuso que “los patovicas sean de ambos sexos con alguna capacitación previa para estar formados e intervenir en las situaciones que se producen en el boliche”.

“Hay una irresponsbailidad de decir, el que tomó alcohol que se embrome, pero si el empresario saca su mayor ganancia con eso y remarca los precios, son responsables de garantizar la seguridad”.

A su vez, la concejala mencionó que “hay que fortalecer otras formas de expresión de la nocturnidad como los clubes de barrio, vecinales, sindicatos, instituciones intermedias. Hoy todas estas instituciones tienen todos los controles que los grandes boliches no tienen”.

“No separe entre bailable y no bailable. Pequeños bares, de menor escala pueden ser bailables y hay que promover que haya recitales y bailes, tiene que ser más abarcativo pero con mayor control”, cerró la edil.

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