La jueza María Servini resolvió este miércoles conceder la exención de prisión pedida por el operador de Mauricio Macri, Fabián “Pepín” Rodríguez Simón para poder avanzar con su indagatoria en un caso de persecución judicial contra los dueños del Grupo Indalo del que fue protagonista durante el macrismo.

El exasesor lleva casi 3 años prófugo en Uruguay donde nunca consiguió que lo consideraron un refugiado político. El fiscal del caso, Guillermo Marijuan había dictaminado en contra de lo pedido por Pepín.

“Considerando que no se registran parámetros que permitan considerar una alternativa para evitar el riesgo de evasión si el imputado se encuentra en libertad durante el proceso, me opongo a la concesión de la exención de prisión”, había afirmado el fiscal.

La magistrada no compartió esa posición y le concedió el pedido de exención de prisión bajo una caución de 3.120 millones de pesos. A su vez, lo obligó a comparecer en el juzgado una vez por mes, dar aviso al tribunal si se ausenta más de 24 horas de su domicilio y le prohibió la salida del país.

A la par, cumplida con la caución, dio de baja el pedido de captura nacional e internacional y la inhibición general de bienes, así como el congelamiento bancario que pesaba sobre el asesor de Macri.

Vale resaltar que, ningunas de estas dos últimas medidas económicas obstaculizaron que, Rodríguez Simón pudiera solventarse la vida en Uruguay por casi 3 años.

Cabe recordar que, Pepín Rodríguez Simón fue un operador todoterreno de Mauricio Macri. Fue desde abogado en las causas por los Panamá Papers a integrante de la Mesa para apriete de Jueces y Fiscales, una figura clave en la extorsión a la exprocuradora Alejandra Gils Carbó y gestor de maniobras para apuntalar los tarifazos en la era PRO, entre un sinnúmero de tropelías.

 

 

Fue quien propuso a Macri, nombrar a Carlos Rosenkrantz y  a Horacio Rosatti en comisión en la Corte Suprema. Huyó a Uruguay cuando era investigado en esta causa, donde se analiza el desguace del Grupo Indalo de medios. Cuando se fugó no pesaba sobre él ninguna orden de detención sino simplemente el llamado a indagatoria al que ahora decidió allanarse.