La CGT sigue de cerca las negociaciones con el FMI y se espera que el Gobierno vuelva a convocar a los líderes sindicales para tenerlos al tanto de lo que está ocurriendo, en un contexto en el que se da por descontado que la central sindical respaldará un acuerdo. Sin embargo, los dirigentes declararon que ese respaldo, estará supeditado a que dicho acuerdo «no signifique un ajuste para los trabajadores».

Desde la dirigencia de la central obrera, admitieron que la deuda se debe pagar, pero aclararon que “el ajuste no lo pueden pagar los trabajadores”. Además remarcaron que se trata de una deuda que contrajo el anterior presidente en nombre de la Argentina.

Mientras tanto, en aras de garantizar el apoyo gremial, el ministro de Economía, Martín Guzmán, viene jugando un rol central y hace un mes visitó a la plana mayor de la CGT en su sede de la calle Azopardo para hablar sobre el tema y asegurarse el apoyo. «Nuestro Gobierno no va a firmar ningún acuerdo de ajuste porque significaría impedir darle continuidad a la recuperación económica. Trabajamos por un acuerdo que nos permita seguir en la senda de lo que nosotros queremos que es que todo se vaya ordenando», explicó el ministro ante los gremialistas en aquella oportunidad.

«Se está negociando poder tener un esquema de políticas públicas que  le permita a la Argentina seguir en la senda de tranquilizar la economía y que cuando estemos mejor podamos hacerle frente a la deuda con el FMI», aseveró Guzmán.

Al respecto, Sergio Sasia, integrante del consejo directivo de la central obrera y líder de la Confederación de Transporte, señaló: “Nosotros entendemos que el acuerdo con el FMI no va a implicar un ajuste, las negociaciones se vienen llevando a cabo por el carril correcto, el Gobierno ha sido claro. El acuerdo no va a ser a costa de la pérdida del poder adquisitivo o del empleo, estamos consustanciados con esto”.

Por su parte, Juan Carlos Schmid, actual secretario de Políticas de Empleo de la CGT, consideró: “El Fondo siempre va a pedir condicionalidades, es un organismo multilateral que estuvo cuestionado y que volvió a emerger como el gendarme de las finanzas en la economía globalizada”. Y agregó: “ No creo que sea un FMI distinto, pero la Argentina no tiene mucho margen para ensayar respuestas, necesita ganar tiempo, como lo manifestó Guzmán en la CGT, y necesita elaborar un programa que le permita hacer frente a las obligaciones que tiene. En eso estamos de acuerdo con la trazabilidad del Gobierno”.

Asimismo, se mantuvo firme con el fuerte pedido que une a toda la central: “Queremos que las medidas que se tomen no sean de restricciones y de costo sobre el pueblo del trabajador, porque eso en definitiva, vuelve inviable cualquier esquema de pago”.

En tanto,  el cosecretario Héctor Daer dijo que el Gobierno va a llevar adelante «una negociación que resulte exitosa y con el mismo espíritu con el que encaró las tratativas con los fondos privados el año pasado». ´También aclaró que «acompaña la mirada del Gobierno», mientras que lo que se pacte con el organismo de crédito no signifique «un sacrificio que caiga sobre los argentinos».