En un 20 de junio particular a nivel país, marcado por un escenario socio-económico complicado para la mayoría del pueblo argentino, se llevó a cabo el acto oficial por el Día de la Bandera y el intendente Pablo Javkin fue el primero en tomar la palabra: “Belgrano es mucho más que un prócer. Es un padre, un legado”.

“Rosario es una ciudad que se hizo gracias al sueño de grandeza de sus vecinos. Creció resistiendo. Sobrevivió a las pestes que la azotaron en sus comienzos, a los incendios y los saqueos. Le tocó pelear muchas veces sola y siempre supo levantarse, porque en su gen está la tozudez de sus primeros habitantes y la osadía de aquel hombre que mandó izar la bandera con la que iríamos a la guerra de la Independencia”, recordó.

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Y siguiendo esa línea, y haciendo alusión a la seguridad, Javkin consideró que “hoy podemos decir que se empieza a ver que algo está cambiando y es muy importante porque la principal preocupación de cualquier persona de bien que vive en esta ciudad es la seguridad. Es poder caminar en libertad”.

“Muchos se preguntan por qué ahora sí algo está cambiando en Rosario y la respuesta es clara: hay cambios porque hoy, luego de años de permitir que las cárceles se instalaran como verdaderas oficinas del delito, por fin se aísla a los delincuentes y se les aplica el peso de la ley para que paguen por todo el daño que hicieron”, dijo eufórico y siguió: “Estamos mejor porque hoy, luego de años de ausencia, por fin vemos las luces de los patrulleros de las fuerzas provinciales. Estamos mejor porque hoy por fin, vemos una acción coordinada entre Nación, Provincia y Municipio que no eran nada más ni nada menos que lo que pedíamos a gritos durante años”.

En ese sentido, el intendente agradeció que “tanto reclamo no fue en vano, porque por fin podemos ver resultados” y le dedicó unas palabras al presidente Javier Milei: “Rosario agradece especialmente al señor presidente, querida ministra de Seguridad, querido señor gobernador y a la Fuerza de Seguridad y a sus jefes federales y provinciales que, por primera vez en el año, trabajan de forma conjunta para proteger a nuestra gente que tanto lo reclamaba y necesitaba”.

“Belgrano decía que no hay Nación que pueda sostenerse y engrandecerse sin unión. Por eso estamos siempre dispuestos a dialogar, a escuchar, a unirnos bajo el manto sagrado que, como aquel día, cobija a los hombres de bien y les da calor y sabiduría”, valoró y agregó: “Sé que falta, pero estoy convencido de que este es el camino para construir la ciudad de la paz con la que soñamos”.

Cerrando el discurso, Javkin resaltó la bienvenida a “esta ciudad que se hizo así misma, que nunca fue capital, que muchas veces fue subestimada pero que se propuso ser pujante y lo logró con su puerto abierto al mundo, su ciencia de vanguardia, en la que todos los días nace un nuevo talento. Bienvenidos a Rosario, la ciudad que nunca se rinde. Bienvenidos a esta ciudad del interior, que pelea con firmeza por un federalismo real dando siempre todo lo que tiene porque esa es la historia de nuestra gente: es buena, austera, laburante, respetuosa, que cuida el mango y actúa limpio y que siempre está dispuesta aportar a la Argentina”.

“Belgrano nos enseñó el camino de un país de progreso y de prosperidad, de ciudadanos unidos y libres. Hoy a 204 años en su partida, todavía tenemos el deber de cumplir con su legado; ser dignos de Belgrano, ser como dice el Monumento: dignos de ser llamados hijos de la Patria”, expresó orgulloso.

“Gracias por venir. Gracias presidente por recuperar este acto que es importante para nosotros porque queremos que toda la Argentina vuelva a Rosario”, enfatizó y cerró: “Bienvenidos a la ciudad de la bandera, bienvenidos a la ciudad de Belgrano y que ¡viva la República Argentina!”.