En una elección muy renñida y extremadamente polarizada, la fórmula oficialista, Martín Llaryora-Myriam Prunotto, se imponía en la categoría de gobernador y vice,  contra el binomio de Juntos por el Cambio (JxC), encabezado por Luis Juez y Marcos Carasso.

El recuento presentó complicaciones, sistemas caídos y problemas de conetividad, pero con el el 94,9% de las mesas escrutadas, la fórmula del intendente de la capital cordobesa, Llaryora y la radical Miryan Prunotto, obtenía el 42,76% de los votos, sobre el 39,76% de la fórmula de Juntos por el Cambio, integrada por Juez (Frente Cívico) y por el diputado nacional y titular de la UCR provincial, Marcos Carasso (del riñón de Mario Negri).

Con una baja participación en las urnas, la gobernación cordobesa se define con demoras en el tramo final del escrutinio, que dilataron las definiciones oficiales sobre ganadores y perdedores de la contienda, y tanto desde el oficialismo como de la oposición salieron a pedir celeridad a la Justicia electoral.

Las cosas comenzaron a aclararse un poco cerca de las 2 de la madrugada, cuando en el búnker de Llaryora presentaron al «gobernador electo de Córdoba». “Los máximos perjudicados somos todos los cordobeses y en especial los que teníamos derecho a festejar por el esfuerzo puesto en la campaña”, dijo Llaryora, al momento de adjudicarse el triunfo.

“A partir de diciembre vamos a trabajar para los que nos votaron y los que no nos votaron; empieza una nueva era, una nueva provincia con las reformas necesarias para mejorar”, aseguró, al tiempo que se lamentó: “No podemos festejar, vamos a esperar, pero todos saben que la tendencia es irreversible”.

El escrutinio oficial arrojó los primeros resultados alrededor de las 19 horas, con los primeros datos que llegaron desde Carlos Paz, Cosquín, La Falda y Marcos Juárez, en los que se utilizó el voto electrónico, y dieron a Juez con una leve ventaja.

Casi dos horas después, a las 21, comenzaron a cargarse en página oficial los sufragios emitidos por el resto de la provincia, que utilizó la Boleta Única de Sufragio (BUS), se trató de una boleta clásica de papel, y los comicios se emparejaron.

En el tercer lugar, lejos de Llaryora y Juez, quedaba Encuentro Vecinal por Córdoba, fuerza encabezada por Aurelio García Elorrio, con el 3.01%. Por su parte, Agustín Spaccesi, de La Libertad Avanza, se ubicaba cuarto con el 2.51% . Mientras que el quinto lugar quedaba para el Frente de Izquierda, de Liliana Olivero que obtenía el 2.37%. El kirchnerismo, con un flojo rendimiento y representado por Federico Alessandri, se posicionaba en el quinto lugar con el 2.21%.

El último tramo del escrutinio se presentaba con dificultades y polémicas entre las dos principales fuerzas en pugna. Se esperaba que, cuando los datos oficiales llegaran al 96%, Llaryora y Schiaretti salieran a escena en sus respectivos centros de campaña.

De confirmarse la tendencia, el peronismo cordobés lograría retener el territorio que gobierna desde 1999, luego de la victoria de José Manuel de la Sota frente al radical Ramón Mestre, en 1998.