En medio de la fortísima interna en el PJ, el ex presidente del Banco Provincia durante el sciolismo Gustavo Marangoni aseguró hoy que el peronismo no puede andar generando conflictos permanentemente, sino que debe erigirse como una oposición constructiva.

Además, consideró que el regreso de Cristina Kirchner al primer plano de la política será importante, pero aclaró que el peronismo debería acudir a la participación de todos sus integrantes para definir los liderazgos.

– El PJ está en pleno proceso de reordenamiento y José Luis Gioja podría asumir la presidencia. ¿Usted ya tomó un posicionamiento?

El peronismo está en un estado deliberativo que se va a extender mucho tiempo. Más allá de lo que resuelva el congreso, hoy suena difícil pensar que los referentes de todo el peronismo, tanto los que están adentro como otros que están por fuera como José Manuel de la Sota y Sergio Massa, se puedan ver comprendidos aquí. El peronismo viene de discutir poco y ahora tiene que discutir mucho.

– ¿A qué se debió la poca discusión?

A que el eje vertical del peronismo se profundiza y se acentúa mucho en el gobierno. Y el eje horizontal se profundiza y se acentúa mucho en la oposición. Lo que el peronismo tendrá que construir es una diagonal, para que cuando esté en el poder discuta un poco más. Si no, se van agitando contenidos que no pueden salir a la superficie y cuando salen, lo hacen de una manera desorganizada.

Sería como una botella de gaseosa: si la agitás y agitás muchas veces con la tapa puesta se acumula efervescencia; el día que saques la tapa, alejate porque lo que va a pasar es que salpicará mucho. Lo ideal es que el proceso de toma de decisiones en el peronismo, sobre todo cuando está en el poder, sea sostenido en más participación de los afiliados, gobernadores, intendentes, autoridades del partido. Si no se genera un liderazgo que es muy fuerte pero que se termina agotando. Y eso impide pensar a largo plazo.

– Ahora tenemos el movimiento obrero divido y al peronismo partido en kirchnerismo, massismo, randazzismo, sciolismo. ¿Hay reconciliación entre todos esos ingredientes?

Para que haya una organización, tiene que haber reglas. Si no, todos los juegos son imposibles. Entonces, lo primero que tiene que hacer el peronismo es construir reglas de juego que sean claras, compartidas y respetadas. El camino está en los procedimientos democráticos. Confío en que eso se va a dar. No va a ser fácil, llevará tiempo.

Hay que hacer un balance de lo que se hizo y de qué tipo de oposición se quiere ser. Ahora, de lo que estoy seguro es de una cosa: si al Gobierno actual le va bien, el desafío para el peronismo va a ser mayor porque para volver va a tener que mejorar.

– Hay sectores que están marcando una disidencia concreta, como Diego Bossio que rompió el bloque del FpV en Diputados…

Hay sectores que quieren ser escuchados. Yo planteo que lo que no se dobla, se rompe. Por eso la flexibilidad es tan importante en la política y en la vida. Las tribunas de una cancha ceden para soportar el movimiento de la hinchada. Así como la ingeniería de los materiales requiere flexibilidad, la ingeniería de la política la requiere mucho más porque tratamos con seres humanos.

Así que tenemos que ser flexibles. Uno no anda permanentemente generando un conflicto o plantea una situación a todo o nada. Eso no significa no tener convicciones, sino manifestarlas con amplitud, escuchar y resolver. Si la cosa es siempre como digo yo, será muy difícil lograr la unidad.

– Cristina Kirchner está por regresar al primer plano de la política. ¿Eso puede llegar a determinar un resultado en la interna del PJ?

Por su condición de ex presidenta de la Nación durante ocho años indudablemente va a ser una figura de la política no solo del justicialismo, del FpV, sino de la política en general. Pero, volviendo al tema de las reglas, tendrá que haber mayor participación para poder elegir un liderazgo. Los liderazgos modernos requieren de la construcción de amplios consensos.

– ¿Pero tiene en mente un postulante para que conduzca el peronismo?

Es temprano para eso. Y la gente está cansada de la cantidad de elecciones que hubo en 2015. El peronismo necesita trascender la situación actual porque la gente quiere ver de qué manera la fuerza política protagonista en la Argentina tiene la capacidad de reinventarse. Hay que hacer una oposición constructiva. Eso de la «resistencia con aguante» me parece de un infantilismo inconducente.