Por Belén Corvalán – Especial para Conclusión

Las pujas entre el sistema educativo y los funcionarios políticos desde hace años que ya no son novedad, y este año no fue la excepción. El miércoles pasado miembros de la Asociación de magisterios de Santa Fe se manifestaron frente al Ministerio de Educación de la provincia, reclamando y expresando su total desacuerdo al monto otorgado como bono de fin de año, sumado al conflicto con respecto al tema de paritarias, y a los aumentos para jubilados y pensionados.

Según explicó Javier Almirón, secretario gremial de Amsafe, las disputas con las autoridades ya empezaron desde febrero. “En materia educativa tenemos un gran problema desde que asumió este gobierno con el cese de todos los compañeros que vienen trabajando en los programas socioeducativos. Esto tiene que ver por un lado con la estabilidad de ésos docentes, que tienen contratos precarizados. Contratos que de bolsillo son 2.000 pesos, pero por el otro lado con el derecho social a la educación de cientos de miles de alumnos de nuestro país que se quedan sin las herramientas para poder continuar sus estudios tanto a nivel primario, como secundario”.

En referencia a la situación salarial actual de los docentes, Almirón argumentó: “Con el impuesto a las Ganancias, nuestros salarios se ven afectados, provocando una situación muy compleja, porque estamos alcanzados por este impuesto, pero el sueldo final, el sueldo de bolsillo, no nos alcanza”. Y con respecto al bono de fin de año, otro de los puntos conflictivos que genera descontento dentro del gremio, dijo: “El bono de fin de año es una vergüenza. De política salarial no tiene nada, porque es un decreto del gobierno provincial. Estamos en desacuerdo con el mecanismo, ya que están ninguneando el ámbito paritario, después de tanto tiempo que les costó a los trabajadores conseguirlo. Por otro lado también resulta insuficiente el monto. El atraso salarial de hoy, ronda entre el doce y el quince por ciento, un bono debería tener un piso de quince mil pesos para poder dar cuenta del retraso salarial; y estamos hablando de un bono de tres mil pesos”.

A lo que agregó que se habla mucho de varios proyectos a futuro, pero que aún ninguno ha sido llevado a cabo: “Los funcionarios demuestran una gran preocupación, pero que no se traduce en hechos concretos. Se habla mucho de la Sala de Nivel Inicial para los tres años, pero no hay. En infraestructura se ejecutó el 17%, por lo tanto no sabemos con qué plata se van a construir esas 3.000 salas que pretenden construir. Y en escuelas secundarias igual”. A lo que calificó como retrograda la mirada de las autoridades con respecto a la ejecución de políticas públicas en materia educativa.

“Si así terminamos el año, así no empezamos”

“Los datos que estamos teniendo, es que los alumnos no están concurriendo a las escuelas. No pueden sostener su matriculación, su asistencia cotidiana, y terminan siendo excluidos”. Según el representante, esto es consecuencia de un conjunto de hechos concretos como la desaparición de obras del presupuesto nacional, las capacitaciones a docentes, y la mala ejecución del Plan Progresar ya que como dice el gremialista: “Lejos de ser un estímulo se convirtió en un premio, y cuando no se cumple debidamente, en un castigo”.

Al caerse estas políticas por falta de financiamiento, quienes se vieron más desfavorecidos son los alumnos: “Son elementos que van minando, que los alumnos que más necesitan puedan terminar su escolarización”.

“Es muy difícil pensar que no va haber conflicto en 2017”

“En diciembre un jubilado docente va a percibir como suma fija mil pesos, el treinta por ciento de lo que va a cobrar un docente en actividad. Nos deja en las peores condiciones para empezar a discutir las paritarias del 2017, porque el retraso salarial sigue estando. El presupuesto para el 2017 está planteando un 17% de aumento. Vamos a estar discutiendo con salarios 2015, en el 2017,” dijo el docente.

Con respecto a la situación que se prevee para el año próximo, el panorama es muy poco alentador: “El inicio de 2017, nosotros estimamos, va a ser una situación muy conflictiva. Va a ser muy complicado que las clases comiencen el 6 de marzo. Vemos un panorama muy complejo, estamos pensando en un 2017 que no va a comenzar normalmente, cualquier porcentaje que quiera discutir el gobierno, siempre va a ser insuficiente” concluyó