La confianza de los consumidores argentinos cayó 9 por ciento este mes respecto de noviembre, tras la fuerte escalada de los precios de la economía doméstica.

La inflación se aceleró con fuerza entre fines de noviembre y principios de diciembre debido a las fuertes expectativas de devaluación por los anuncios realizados por el actual gabinete económico de Mauricio Macri durante la campaña electoral.

Los empresarios que producen, distribuyen y comercializan los bienes de consumo masivo ajustaron los precios antes que se produjera la devaluación (que finalmente fue del 41,7%), lo que recalentó la inflación.

En ese escenario de notable caída del poder adquisitivo, la confianza de los consumidores argentinos se vio resentida después de acumular varios meses de mejora, alentada por el cambio de Gobierno.

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) que genera el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) arrojó una baja del 9% a principios de diciembre respecto del registrado en inicios de noviembre.

Sobre la base de las encuestas realizadas entre el 1 y el 9 de diciembre, el indicador mostró una crecimiento de 24,1 por ciento anual, aunque el CIF aclaró que eso se debe «a la baja base de comparación que ofrece diciembre 2014».

La confianza de los consumidores sobre sus posibilidades de acceder a Bienes Durables e Inmuebles retrocedió un 18,6%, seguido del ítem Situación Personal con una baja del 6% y Situación Macroeconómica, con una caída del 5,8%.

Además, González Rosada dijo que la confianza de los consumidores cayó en todas las regiones estudiadas siendo Capital Federal la de mayor baja (11%) seguida por el Gran Buenos Aires (10,5%) y el Interior del País (5,6%).

«La confianza de los consumidores disminuye para los consumidores de altos y bajos ingresos», dijo el experto al explicar que la retracción de los indicadores fue generalizada, sin distinción de clase social.