Se frenó la caída del empleo en julio, pero los salarios siguen sin recuperarse de forma generalizada

Luego de siete meses de destrucción de puestos de trabajo desde que asumió el gobierno de Javier Milei, en julio se frenó el desplome del empleo. Sin embargo, la recuperación de los salarios de manera generalizada sigue brillando por su ausencia.

El último Informe de la Situación y Evolución del Trabajo Registrado (SIPA), que publica la Subsecretaría de Trabajo, revela que el nivel de empleo registrado en empresas del total de los aglomerados urbanos relevados se mantuvo constante en julio en relación con el mes anterior.

«Con este comportamiento, de acuerdo a la información de la EIL, se verifica el primer mes sin caída neta del empleo registrado del sector privado, luego de siete meses consecutivos de contracción», señaló el documento.

La estabilidad del nivel de empleo registrado privado en julio se produce como resultado de una moderada recuperación en el volumen de las contrataciones de personal, en un marco en que las desvinculaciones se mantuvieron constantes.

Desde la perspectiva sectorial, la desaceleración de la caída del empleo en julio obedece, fundamentalmente, a la dinámica laboral de dos sectores de actividad que hasta el mes pasado lideraban la fase contractiva. El caso más destacable es la Construcción, que presenta un incremento del nivel de empleo del 0,4% luego de once meses de caída. El otro caso es el de la industria manufacturera, que mantuvo estable el nivel de empleo tras ocho meses de caída consecutivos.

El freno de la caída del empleo registrado en julio se observa en las empresas pequeñas (el nivel de empleo se mantuvo constante) y en las medianas (entre 50 y 199 personas ocupadas); estas últimas expandieron su dotación de personal 0,4%. Por su parte, las empresas grandes (de más de 200 personas ocupadas) continúan reduciendo el nivel de empleo registrado con valores negativos en relación al mes anterior (-0,2%).

MONOTRIBUTISTAS Y EMPLEO EN CASAS PARTICULARES

«Más allá del empleo asalariado privado, en el marco del total del trabajo registrado en el sistema de seguridad social se destacan dos modalidades ocupacionales —el trabajo monotributista y las trabajadoras de casas particulares— que presentan dinámicas laborales destacadas de acuerdo a la información que surge del SIPA», detalla el informe.

A contramano del contexto contractivo del empleo asalariado y del nivel de actividad durante el primer semestre de 2024, el trabajo encuadrado en el régimen de monotributo muestra un incremento del 1,9% en junio (con respecto a mayo) y del 7% en los primeros seis meses del año.

Para destacar aún más el comportamiento diferenciado de esta modalidad, se advierte que el empleo asalariado registrado privado se contrajo 2,5% durante el período comprendido entre junio de 2023 y junio de 2024, mientras que el número de trabajadores monotributistas creció 11,1%.

«El número de trabajadoras registradas de casas particulares crece por primera vez desde octubre de 2023. En efecto, luego de acumular una contracción del 2,9% durante el período comprendido entre octubre de 2023 y mayo de 2024, el trabajo formal en casas particulares creció 0,3% en el mes de junio», señala el documento.

SALARIOS

En julio de 2024, el promedio de los salarios reales del empleo asalariado registrado privado mantuvo la tendencia creciente verificada desde abril, consiguiendo así recuperar casi la totalidad del poder adquisitivo perdido desde diciembre de 2023. Este resultado es la consecuencia de la desaceleración de la inflación observada durante los últimos meses y de la dinámica de la negociación colectiva que, en muchos convenios colectivos de trabajo, acordó aumentos salariales por encima de la inflación.

No obstante, es necesario tener en cuenta que persiste una situación heterogénea respecto al comportamiento del salario real al interior del empleo asalariado registrado, y que la evolución de las remuneraciones en esta modalidad ocupacional podría no representar la dinámica del resto de los ingresos laborales y no laborales de los hogares.

El salario bruto medio real del empleo asalariado registrado privado creció 2% en julio en relación con junio de 2024. Con esta variación positiva, la capacidad de compra del salario medio se incrementó 12,6% en los primeros siete meses del presente año, y consiguió así compensar prácticamente el deterioro del poder adquisitivo provocado luego de la devaluación de la moneda nacional en diciembre de 2023. En efecto, el salario medio real de julio de 2024 se encuentra solo 0,3% por debajo de noviembre de 2023 (cuando en diciembre llegó a estar 11,4% por debajo de noviembre).

El promedio de los salarios establecidos en los principales convenios colectivos de trabajo presenta un comportamiento similar al salario promedio del empleo asalariado registrado privado. Esto es así porque, como ya se mencionó en informes anteriores, la configuración actual del modelo de relaciones laborales de la Argentina hace que los acuerdos y convenios colectivos de trabajo tengan incidencia efectiva en los salarios que perciben los trabajadores formales.

Durante los primeros siete meses del año, el promedio de los salarios definidos en los principales 27 convenios colectivos de trabajo por cobertura de puestos de trabajo creció 9,6 puntos porcentuales en términos reales.

«Sin embargo, el hecho de que dieciséis de los veintiséis convenios hayan logrado compensar o superar la inflación pone sobre relieve la característica heterogénea del proceso de recuperación salarial. Mientras que en los dieciséis convenios el promedio del salario real creció 4,4% entre noviembre de 2023 y julio de 2024, en los once convenios restantes la media de los salarios de convenio se contrajo 8,6% durante el período analizado», destacó el informe de Trabajo.

Asimismo, la dinámica observada en los últimos meses en los salarios del empleo registrado privado, impulsada por la negociación colectiva, no necesariamente se replica con la misma tendencia en cada uno de los componentes que conforman los ingresos de los hogares. Los salarios del trabajo asalariado formal privado apenas representan una tercera parte de los ingresos totales percibidos por los hogares.