La dolarización y sus presuntos beneficios fueron el caballito de batalla y la principal propuesta económica de la campaña de Javier Milei, que lo ubicó como el candidato más votado en las últimas elecciones primarias a presidente.

Sin embargo, luego de la elección, algunas de esas promesas, que tan eufóricamente anunciaba el verborrágico liberal, comenzaron a disiparse. Es el caso de la dolarización, sobre lo que sus propios asesores económicos ahora plantean la inviabilidad.

«No vamos a dolarizar si no hay dólares», aclaró Darío Epstein, uno de los principales asesores económicos del candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei. A su vez, dijo que La Libertad Avanza tiene un plan que «puede tardar dos años» para cambiar planes por trabajo. Pero «lo más importante es que no puede haber déficit fiscal«.

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Y dijo que en un posible gobierno de Milei le permitirán a los trabajadores «preservar el valor» de sus salarios. «Estamos trabajando en un proceso donde lo más importante para dolarizar, que tiene sus defectos también, no sólo virtudes; lo más importante es que no puede haber déficit fiscal porque si cierro el grifo de la emisión monetaria y tengo dólares y no tengo crédito y tengo déficit, no cierra», explicó en un encuentro sobre «Democracia y Desarrollo».

Cuando le consultaron cuánto tiempo cree que podría llevarle a Milei plasmar esa propuesta, Epstein señaló que «el paso uno, fundamental, es que el gasto público no puede ser superior al ingreso» e insistió en «ir al déficit cero», y que «probablemente esa reducción del gasto sea recesiva porque acá no hay milagros«.

También se pronunció en favor de quitar derechos laborales: «Tenemos, para adelante, que armar un nuevo sistema. El sistema UOCRA nos gusta, sobre todo donde hay un sistema con trabajadores temporarios que puedan ir aportando a un seguro y cuando se quedan temporalmente sin empleo van cobrando, como lo hace la UOCRA».

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En la misma línea se manifestó otro asesor de Milei, Carlos Rodríguez, ex viceministro de Economía de Domingo Felipe Cavallo en los ´90 y actual jefe de asesores económicos del candidato, quien advirtió que la clave será ajustar.

Además, habló de “despesificar”, para lo cual mencionó al Plan Bonex, con el fin de sumar los pesos necesarios para conseguir los dólares. Cabe señalar que Bonex consistía en canjear el dinero en plazo fijo de los ahorristas por bonos que terminaron pagándose en, algunos casos, más de diez años con pérdida de un porcentaje del monto original.

Incluso desde otros espacios también confirmaron la imposibilidad de la dolarización y sus consecuencias demoledoras para la economía de los trabajadores argentinos. El propio Carlos Melconian, quien se perfila como ministro de Economía de Patricia Bullrich confirmó que “la dolarización está a punto de archivarse” porque «se están dando cuenta que no va».

En Washington no lo ven con buenos

Parte del mundo económico y político internacional mira el proceso electoral en Argentina. Y desde el propio “círculo rojo” corporativo mostraron su rechazo al otrora plan de Milei. «Argentina tiene que volver a ser un exportador líder. La forma de hacerlo es devaluar y resistir el canto de sirena de la dolarización que perjudicará a los exportadores«. La frase es de Robin Brooks, economista jefe de IIF (el Instituto de Finanzas Internacionales) y desde su cuenta de Twitter resume el pensar de los hombres de poder del corazón estadounidense.

«Algunos en Argentina idealizan la dolarización de Ecuador. La realidad es diferente. Argentina NO debe hacer esto«, exclama desde su red social.

La posibilidad de una devaluación impulsada por el candidato de La Libertad Avanza Javier Milei y la de un duro camino por recorrer para el primer semestre de 2024 gane quien gane las elecciones, forman parte de las proyecciones de los economistas de los principales organismos y consultoras y de los asesores del propio presidente Joe Biden.

Como Brooks, ese mismo círculo rojo no ve con buenos ojos la dolarización mientras hacen los primeros contactos para conocer los detalles de la propuesta de Milei, el FMI lo hizo y, desde el sector político, también comienzan los contactos.