Roberto Lavagna analizó la situación de la economía a nivel nacional y comparó el andar de la política económica del macrismo con las medidas tomadas en los 90 y las de Martínez de Hoz durante la última dictadura cívico- militar. «Lo más preocupante desde el punto de vista social y desde el punto de vista del país es que hay una dirigencia que no aprende», comentó.

Sobre su relación con Macri, el ex ministro de Economía manifestó: «Después de una conversación que tuvimos hace ocho meses, hubo una actitud de furia descontrolada, tergiversando además lo que se había dicho. No hay posibilidad de que Mauricio Macri me pida una opinión”.

“Mi posición es clara: ya sabemos cómo terminan estas cosas. A veces llevan tiempo, pero estas cosas no terminan bien. Mejor vaya pensando cómo se cambia el rumbo de la manera menos dolorosa posible. Esto no se da vuelta en dos minutos», respondió Lavagna ante la pregunta de si podía recibir algún llamado del Presidente para consultarlo.

El ex ministro de Economía de los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner afirmó que «lo más preocupante desde el punto de vista social y desde el punto de vista del país es que hay una dirigencia que no aprende. Esto sucedió a finales de los 70, con la tablita cambiaria, ocurrió con la convertibilidad, e incluso desde una ideología distinta ha ocurrido en otros breves períodos en estos años. Y uno se pregunta: si esto ya lo hemos vivido, ¿por qué la dirigencia vuelve a repetir estos errores?».

Para Lavagna en la economía argentina «lo que predomina claramente es la especulación financiera», y explicó que «hasta el mes de mayo de este año, se llevaba ganado en dólares más de 11 por ciento. Eso en el mundo requiere varios años con las tasas de interés que hay hoy. Lo que ha ocurrido con el dólar en las últimas semanas tiene que ver con capitales que se están yendo».

«Los números reflejan y explican el sentimiento de insatisfacción generalizada con respecto al rumbo económico. Cuando uno habla de un promedio de caída de 2% de los ingresos de los argentinos, significa que alguien perdió 10% y consume menos leche o alimentos, y alguien ganó 10% o 20%, compró autos importados y demás. Esa es la realidad que hoy se ve», agregó.

«El pronóstico sobre el cual hay un acuerdo prácticamente de todos los economistas y todos los equipos es que este año habría que provocar 2,5 de producto bruto. Eso recupera parcialmente la caída del año pasado. Y dejaría a estos dos primeros años en una caída en términos por habitante en torno al 2 por ciento», concluyó.