Las exportaciones agroindustriales cayeron 50% en el año y el sector agropecuario perdió ingresos por US$17.065 millones, como consecuencia de la sequía que afectó los cultivos.

En septiembre, la agroexportación ingresó apenas US$ 2.045,7 millones, lo que representó una feroz caída del 75% con relación al mismo período del 2022, cuando se conoció el primer decreto del «dólar soja», con beneficios en el tipo de cambio a liquidar.

Los datos fueron difundidos por la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

Aceiteras y cerealeras representan el 48% de las exportaciones argentinas. Con relación a agosto, la liquidación de divisas subió un 15%.

Comparados los primeros nueve meses con el año pasado, el sector cerealero-oleaginoso perdió valores de ventas al exterior por 17.065 millones de dólares (50%).

El ingreso de divisas de septiembre es el resultado de las operaciones realizadas bajo el Decreto 443/2023 -dólar soja 4- y el fuerte crecimiento de ventas de productores de soja, que ascendió a más de cuatro millones de toneladas.

El ingreso mensual de divisas, transformadas en pesos, es el mecanismo que permite seguir comprando granos a los productores al mejor precio posible.

El complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, aportó el año pasado el 48% del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del INDEC.

El principal producto de exportación del país es la harina de soja (14,2% del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa cercana al 50%.

El segundo producto más exportado el año pasado, de acuerdo con el INDEC, fue el maíz (11%) y el tercero fue el aceite de soja (6,9%).