Las condiciones financieras de la economía argentina siguen deteriorándose y ya atraviesan el peor deterioro desde enero de 2014, según un informe del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) y la consultora Econviews.

La devaluación, la inflación y las tasas de interés son las principales claves para entender el por qué de la deteriorización «a pesar de que los precios de los bonos y las acciones tuvieron cierto repunte durante el mes».

Este deterioro es de 16,5 puntos, contabilizaando en total un puntaje de -12,6, lo que significa “dentro de la zona de estrés severo”.

«Hay tres variables que se encuentran severamente estresadas y explican la mayor parte del deterioro de las condiciones locales: la depreciación esperada a corto plazo, la inflación mensual y la tasa de interés», explicó la entidad.

En ese mismo enunciado, estimaron que «es improbable que estas variables puedan mostrar una mejora destacable hasta tanto no se desactive la inestabilidad cambiaria asociada a esa corrección, lo que podría comenzar a ocurrir en los próximos meses».

El Índice de Condiciones Financieras (ICF) cayó 14,5 puntos en el mes y se ubicó en los 10.3 puntos, quedando así lejos de los máximos en torno a 70 puntos de fines de 2017.

Desde principios de este año, las condiciones financieras vienen recortando todas las mejoras que registraron en la segunda mitad de 2016 y 2017, indicó el informe, señalando que el ICF se encuentra 59,2 puntos más bajo que el año anterior.

Por otro lado, un factor positivo fue el incremento en la liquidez de corto plazo de los bancos, de la mano del aumento de encajes y la tasa de política (Leliq), según el trabajo.