Argentina atraviesa un contexto socioeconómico muy complicado, donde la incertidumbre es la principal característica que define al presente nacional. El temor a un escenario de implosión interna es fuerte y desde amplios sectores de la sociedad ya expresan su preocupación por el devenir del país. Todo parece que fuera para peor, y ante ello algunas actividades comienzan a planificar para ver como se acomodan a los shocks.

En ese sentido, uno de los motores esenciales es el sector turístico, uno de los mayores generadores de empleo e impulsores de la entrada de divisas. Como todas las categorías, también esa rama se ve influenciada por las medidas y decisiones del día a día. Tras la recuperación post pandemia, es fundamental el sostenimiento del nivel de crecimiento para un actor clave.

En ese sentido, en diálogo con Conclusión, Juan Carlos Scartascini, vicepresidente de la Asociación Rosarina Agencias de Viajes, analizó el impacto de las PASO y la devaluación del peso que tuvo lugar el lunes en el sector: “Nuestra actividad, desde que inició este Gobierno, se vio afectada en cuanto comercio internacional, por varias devaluaciones, las cuales se hicieron encubiertas a través de un sistema impositivo”.

Sobre estas últimas, describió: “La primera fue el Impuesto País del 30%, a eso agregó un adelanto del 45% en el Impuesto a las Ganancias, y también un 25% de bienes personales. Es decir, además de la devaluación del tipo de cambio, que pese a que no lo creamos es único, nos pusieron la responsabilidad a las agencias de viajes de percibir el 100% del dinero que tengamos que transferir el exterior por una importación de servicios, por un viaje al exterior de pasajeros”.

“Desde este lunes, luego de las PASO, realmente fue un cimbronazo a medias, porque ya estamos acostumbrados a que, cada vez que se dan situaciones de este estilo, van cambiando devaluaciones o nuevos impuestos. La novedad fue que el tipo de cambio oficial pasó de estar aproximadamente $295 a $365,50, lo cual fue una devaluación en términos reales del tipo de cambio”, comentó.

“Para morigerar el efecto, al finalizar la jornada del día 14 se oficializó que la última percepción del 25 bajaba de ese valor al 5%, es decir, en vez de tener que percibir el 100% por cada dólar que sale al exterior por viajes de pasajeros, vamos a tener que percibir un 80%. Esto generó incertidumbre en los operadores mayoristas, que dejan por unas horas o un día de tomar pagos en pesos por no saber qué va a pasar”, indicó.

“Cuando se oficializaron las medidas, ya se comenzó a normalizar todo. ¿Qué va a suceder?, por un lado lo que analizamos desde las agencias de viajes, que es lo social, las personas que desean salir luego de la pandemia siguen pensando que necesitan vacaciones, sea en el país o afuera, con dinero que ahorraron y que lo van a seguir haciendo, y luego, con mucha cautela, poder ver como van a continuar las devaluaciones, el sistema impositivo y la carga administrativa y fiscal que tenemos las compañías de turismo, algo que se hace pesado”, especificó.

Consultado sobre cómo se manejaron con las personas que trabajan en el exterior, dijo: “Se ha visto en estos años con el discurso oficial la cuestión de desincentivar los viajes al exterior, no importa la causa. La realidad es que la gente va a seguir viajando, necesita hacerlo para salir por placer, por trabajo, salud, visitar familiares, es natural. Se trata de tener una actividad profesional regulada, las 6.000 agencias de viaje que hay en el país somos asesores profesionales, con gente capacitada a cargo, una asociación que los nuclea”.

“La gente viene y dice `¿qué es el dólar Qatar, el dólar turista?’, que son términos que periodísticamente sirven. Hay que bajar eso a la realidad y explicarle cómo se puede cobrar, de qué manera, cómo necesitamos hacer un viaje de la mejor forma, es lo más importante que el pasajero se lleve, viajando es una agencia legalmente registrada”, dijo.

“Cada agencia de viaje es generadora de empleo genuino, tanto aquí como en los lugares que reciben a las personas, las agencias receptivas. Para que vengan extranjeros, tienen que salir pasajeros. Muchas veces se da esa confusión gubernamental de creer que tiene que venir gente de afuera y dejar dólares, sin entender que un vuelo vacío no vuelve lleno, tiene que haber un equilibrio”, sostuvo.

“En ciudades como la nuestra, que no somos plenamente receptivas como si lo es Bariloche, Mendoza, Iguazú, eso lo tenemos que tener en cuenta gubernamentalmente y es un tema a estudiar”, reflexonó.

“A través de los años vas forjando una manera de trabajar, la cual te permite proteger a la empresa y el pasajero ante todo, es decir, hay que moverse con mucha rapidez, no dejar descalzadas operaciones y anticiparse a esto que sabemos que sucede”, concluyó sobre como abordar desde el rubro este escenario de incertidumbre total.